Dos muchachas

OPINIÓN 25/06/2014 05:00 Actualizada 05:00

María Eugenia Fuentes Muñiz busca a su pequeña Diana Angélica. Dianita -como muchos la llaman- tenía 14 años al momento de desaparecer, el sábado 7 de septiembre de 2013. Su fotografía muestra una jovencita con rasgos infantiles todavía, bajita, menuda, de cabello muy abundante y oscuro.

Ese día, Diana salió de su casa en Los Héroes Ecatepec Tercera Sección. Sobre una calle paralela a la carretera Lechería-Texcoco, pasó una caseta de policía y subió un puente peatonal que cruza la carretera. Iba a una tardeada en la Quinta Sección de los Héroes. Fiesta a la que nunca llegó.

Como todas las mamás con hijos desaparecidos, María Eugenia primero la buscó con amistades, rastreó llamadas, conversaciones en Facebook. Hay indicios de que a Diana se la llevó una red de trata. Pero sólo eso: indicios. No hay ninguna certeza.

Conforme pasaron las semanas, los meses, María Eugenia se armó de valor para buscarla en aquellos lugares donde no quería encontrarla: los semefos.

A inicios de año, en el Semefo de Texcoco, vio las fotografías de una muchacha, en avanzado estado de descomposición. Estaba irreconocible. Pero los registros dentales, el detalle de su piecito desnudo hicieron que su corazón diera un vuelco. ¿Se trataba de Diana? Ella pensó que sí. En la ropa que llevaba la muchacha muerta, ni se fijó. Si ella había sido asesinada en diciembre, probablemente ya no llevaba las prendas con las que salió en septiembre de casa.

Se hicieron las pruebas de ADN. Los resultados tardaron. Fue una espera larga y dolorosa para María Eugenia. Por fin, hace pocos días llegaron los resultados. Fueron negativos. La muchacha muerta de Texcoco no es Diana Angélica.

Diana sigue sin regresar a casa. Su familia no tiene pistas concretas, sólo indicios. Pero también hay una muchacha que fue asesinada en el área de Ecatepec-Coacalco, de la que no se sabe nada; por el estado en el que se le encontró no se puede establecer la causa de muerte; se calcula que tenía unos 20 años al momento de perder la vida; su pie es pequeño. Tiene un dientecito chueco. Espera ser identificada para llegar a casa. Es otra niña perdida. ¿Alguien la busca?

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