Juventud infeliz

OPINIÓN 25/04/2014 05:00 Actualizada 05:00

El dato es desalentador y deja muy poco espacio a la esperanza: más de la mitad de los jóvenes de la ciudad de México se reconoce infeliz y por lo menos una vez se ha sentido deprimida, según la Consulta de tendencias juveniles realizada entre 304 mil capitalinos de entre 14 y 29 años (155 mil 464 mujeres y 148 mil 536 hombres) realizada por el Instituto de la Juventud del Distrito Federal.

Cincuenta y cinco por ciento de los entrevistados dijo no ser feliz y 66% afirma haberse sentido deprimido por lo menos una vez y, en línea con esa tendencia, 26.46% reconoce tener alguna adicción: 30% de ellos al alcohol, 24% al tabaco, 11% a la mariguana, 7% a la cocaína, 6% a las anfetaminas, 5% al activo y 3% a la heroína; 32% de los encuestados trabaja y 30% no. Trabajen o no, 45% dice tener ingresos de mil pesos mensuales y sólo 3.83% 10 mil pesos o más.

No parece estar en el ánimo de la mayoría participar activamente en inducir algún cambio de su realidad económica y social, pues 53.35% dice no estar interesado en política y, acaso por razón de su naturaleza juvenil, entre los que definen una tendencia sólo 10% se identifica con la derecha, 12.58% con el centro y 23% con la izquierda.

La consulta arroja muchos otros datos de la juventud capitalina y usted la puede consultar en http://www.jovenes.df.gob.mx/Consulta.pdf. Sólo se retoman aquí los anteriormente citados porque dan sustento a una lamentable condición de desánimo juvenil, grupo social en el que están centradas las esperanzas de todo el país.

Una juventud infeliz, deprimida, sin expectativas, no es, por cierto, el mejor insumo para salir adelante como sociedad y nación. No es un país justo ni generoso aquel en el que sus jóvenes se dicen infelices. Ellos, en tal condición, no pueden, tampoco, empujar a un país hacia la felicidad.

Repetidamente se dice que el punto de partida para revertir la situación es la educación. Y es cierto, muy poco puede hacerse con jóvenes que tienen en promedio un nivel de secundaria, aun en la ciudad de México, y que prefieren oír música o ir a fiestas que leer.

Respecto a esta última actividad y a propósito del recientemente celebrado Día Internacional del Libro, el Inegi dio a conocer que los mexicanos sólo leemos dos libros al año. Si bien la cifra es lamentable, no debe perderse de vista que hace 10, leíamos menos de uno en ese lapso.

Y como ya leemos más, un poquito más, espero que esta vez me hayan leído.

Instantáneas

1. ATORÓN. El Pacto por México permitió que las reformas constitucionales promovidas por el gobierno de Enrique Peña Nieto transitaran en un tiempo récord. Roto el Pacto y confrontadas las posiciones de los principales partidos de oposición en el contexto de sus procesos políticos internos, las leyes secundarias o reglamentarias de dichas reformas nada más no avanzan y el próximo miércoles concluye el periodo ordinario de sesiones del Congreso, sin que para Peña Nieto y sus operadores políticos irse a un extraordinario para sacarlas adelante sea el mejor de los escenarios. Por eso, el propio Presidente y su secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, han intensificado su línea discursiva a favor de las reformas y de la necesidad de sacar adelante leyes reglamentarias sin las que, dicen, podrían verse los resultados de los cambios constitucionales.

2. ACUERDO. Anoche, a marchas forzadas, las fracciones del PRI, el PAN y el PRD se trazaron una hoja de ruta para que antes del miércoles estén aprobadas las leyes secundarias en materia de competencia económica, política-electoral y transparencia (IFAI). Lo anterior confirma que las leyes reglamentarias en materia de telecomunicaciones y las energéticas, irán inevitablemente a un periodo extraordinario de sesiones del Congreso.

3. CASINOS. Personal de la Segob y de la Policía Federal clausuraron ayer casinos de la empresa Entretenimiento México en los estados de Quintana Roo, Puebla, Nuevo León, Morelos, Tabasco y Aguascalientes. La clausura es consecuencia de la revocación de la licencia de operación al llamado zar de los casinos, Juan José Rojas Cardona. ¿Por qué no han clausurado los llamados Big Bola, que no sólo operan con un permiso presumiblemente falsificado sino que sus dueños, los hermanos Rodríguez Borgio, son prófugos de la justicia por falsificación de documentos y su involucramiento en el fraude de Oceanografía a Banamex?

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