¡No más hambre! Primera parte

OPINIÓN 25/04/2013 01:00 Actualizada 01:00

PROBLEMA. En pleno siglo XXI y pese a una expansión constante de la economía mexicana, la mitad de nuestra población se encuentra en una situación de pobreza. De esa magnitud es el problema. Si no bastara con la cifra antes mencionada, 12 millones de mexicanos vive por debajo de la línea de bienestar mínimo, significa que pese a que esta población haga uso de todo su ingreso en la compra de alimentos no podría adquirir lo indispensable. Del universo donde millones cuentan con carencias para un mejor futuro, 7% de mexicanos vive en pobreza extrema sin tener una alimentación diaria, de calidad y nutritiva.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo señala que la ingesta calórica diaria, en los países más pobres, es un tercio menor entre los países más ricos, lo que hace que los niños por debajo de los tres años tengan problemas de crecimiento por la deficiencia nutricional.

ACCIONES. No hay que negar los grandes esfuerzos de gobiernos anteriores por disminuir la pobreza en nuestro país; sin embargo, la actual administración lanzó una política pública necesaria con un sólo objetivo: erradicar el hambre de México. La Cruzada Nacional contra el Hambre, en su primera etapa, buscará garantizar la seguridad alimentaria de 7 millones de mexicanos a través de una política con una visión integral de bienestar social, incluyendo a toda la sociedad.

Cero hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuada; eliminar la desnutrición infantil aguda; mejorar el crecimiento de niños en la primera infancia; aumentar la producción, el ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas; minimizar las pérdidas poscosecha y de alimentos durante el almacenamiento y transporte, así como en los comercios; y promover la participación comunitaria, serán metas que esta Cruzada tiene por delante. Es una tarea obligada de la cual todos debemos poner un granito a esta lucha contra la lacerante hambre.

Analistas del Banco Mundial afirman que las políticas enfocadas a erradicar el hambre, la mortalidad y pobreza detonan el crecimiento de las naciones. En Brasil Fome Zero (Hambre Cero) programa que implementó el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, revirtió la tendencia en el aumento de población en situación de pobreza e inició una caída sustancial. Entre 2003 y 2009 más de 20 millones de brasileños, en un país con una población aproximada a los 200 millones, salieron de la pobreza. Es decir, en 2003 había 29% de pobres y disminuyó hasta 16% para el 2009.

CRÍTICAS. Las voces han salido a criticar la política del gobierno federal. Pero en lo que no debemos caer es en provocaciones. Citando a James Madison, es este momento en donde “en cualquier ocasión importante que se presenta, las distinciones más frívolas y de fantasía han sido suficientes para encender sus pasiones hostiles y emocionar a sus conflictos más violentos.”

No caigamos en eso y erradiquémosla de una vez por todas.

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