Ni autopista ni sol

OPINIÓN 24/09/2013 05:00 Actualizada 05:00

Como un desafío a los vientos, el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, lanzó en julio pasado la campaña Garantía de Sol, que ofrecía al visitante por lo menos tres horas de sol durante cada día de su estancia en Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo o Taxco. En caso contrario, después de una burocrática verificación, el visitante obtendría un certificado por una noche extra de hotel sin costo para una futura visita. El gobierno del atormentado tropical Ángel Aguirre no contemplaba su oferta para el puente del 15 de septiembre, se trató de una oferta amañada y tramposa como su gobierno, cuya corrupción quedó evidenciada con el azote de la tormenta tropical Manuel, la semana pasada.

Con esas mismas mañas, en 1993 el entonces presidente Carlos Salinas inauguró la autopista del Sol que reducía de manera significativa el tiempo de carretera entre el DF y Acapulco. Fue la primera entregada a la iniciativa privada, específicamente a la empresa Grupo Mexicano de Desarrollo, que construyó sin realizar los estudios necesarios para darle gusto al señor Presidente.

En 1997, como resaca del llamado error de diciembre, el gobierno mexicano tuvo que lanzar un rescate carretero y entregar a la iniciativa privada 500 millones de dólares, dinero que si lo colocáramos en billetes de un dólar se podría tapizar la mal llamada autopista del Sol, que se ha convertido en un hoyo negro capaz de absorber cualquier cantidad de dinero en parches y remendos.

Pero lo más grave es la cantidad de vidas que ha costado la autopista de Sol; un recuento detallado de los accidentes nos daría la irrefutable razón. Para muestra, el accidente ocurrido el 14 de septiembre, un día antes del inicio de las fuertes lluvias de Manuel, en el kilómetro 340 + 200 en el tramo Chilpancingo-Acapulco, donde un auto se estrelló contra un cerro y fallecieron seis personas. Los reportes oficiales consignaron que el chofer conducía a exceso de velocidad; es probable. Aunque queda claro que muchos no saben conducir en carretera, tampoco hemos aprendido a construirlas.

Periscopio

A la edad de 90 años falleció en la ciudad de México el escritor colombiano Álvaro Mutis, gran amigo de Gabriel García Márquez. Mucho tiempo antes de que El Gabo escribiera su obra cumbre, Cien años de Soledad, Mutis subió por escalera los siete pisos del edificio en la calle de Renan de la colonia Anzures hasta el departamento donde vivía García Márquez. Sacó un pequeño libro y le dijo muerto de risa: "Lea esa vaina, carajo, para que aprenda". Esa vaina era Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Descanse en paz.

En el radar

El pelotero panameño Mariano Rivera se retiró el domingo como jugador activo de los Yankees de Nueva York. El 42 que portaba Mariano en la franela era el último en las ligas mayores de beisbol. Hoy es el único número retirado en todos los equipos en honor a Jackie Robinson, que fue el primer jugador negro en la MLB al debutar en 1947 con los Dodgers de Brooklyn, enfrentó con valentía el racismo y el odio de los suyos, y abrió brecha a otros jugadores afroamericanos. Mientras, en el México de hoy, la noche del domingo dos tiradores ingresaron a una casa y asesinaron a sangre fría a 10 personas integrantes de un equipo de beisbol en Ciudad Juárez que festejaban la victoria de un torneo. Los cadáveres quedaron inertes alrededor del trofeo en el jardín de la casa.

Bitácora de lo absurdo

Al presidente Enrique Peña le salió más caro el recomendado que las albóndigas. El currículum del coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, poco o nada tiene que ver con la materia. El priísta fue presidente municipal de Atizapán de Zaragoza en los años 90 y secretario de Transporte en el estado de México el sexenio anterior. Luis Felipe Puente supo por un estudio de la OCDE de los riesgos en Guerrero cuatro meses antes de la tragedia. Ahora no hay fondo que alcance para reparar los daños de Manuel. No hay peor huracán que un político corrupto.

Seguimos el debate en Twitter: @LeoAgusto

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