Imecas asfixian candidatura de Mancera

LEO AGUSTO

OPINIÓN 24/05/2017 10:58 LEO AGUSTO Actualizada 10:58

En campaña, Miguel Ángel Mancera se mostró como el candidato de ideas progresistas, entre las que estaban las referentes al medio ambiente. Sin embargo, las primeras precontingencias que Mancera enfrentó como jefe de gobierno fueron las del 25 de diciembre de 2011 y del 1 de enero de 2013. Desde ahí se vio el desconocimiento del tema ambiental del político, al no prevenir la quema de llantas y cohetes.

En contraste, durante el periodo de Marcelo Ebrard (2006-2012) hubo 18 declaratorias de precontingencia ambiental. Entre 2012 y 2016, Mancera llevaba 21 contingencias ambientales, sin contar el desastre ambiental en la calidad del aire de la última semana en la capital del país.

La Fase I de Contingencia Ambiental se ha convertido en la normalidad de la Ciudad de México durante la última semana y nos encontramos muy cerca de que se decrete la Fase II. Los daños a la salud de los capitalinos por esta crisis es, hasta el momento, incuantificable por lo repentino. ¿Y el jefe de gobierno? Dispuesto a escuchar propuestas para ser el abanderado presidencial de la alianza PAN-PRD.

No sería problema que Miguel Ángel Mancera descuide el trabajo que implica encabezar la jefatura de gobierno si estuviera respaldado por gente capaz, pero no es el caso de la encargada de la secretaría del Medio Ambiente. Tanya Müller es insostenible en el puesto después de mostrar de manera reiterada su incapacidad técnica y operativa.

Es grave que esa sea la actitud del jefe de gobierno de la CDMX, mantener en el cargo a gente, sin importar los méritos. Servidores públicos que en lugar de garantizarle votos, le restan.

Periscopio. Ricardo Anaya y Alejandra Barrales quisieron hacer una gran faena cuando no había ni timbaleros y se llevaron tremendo tablerazo. Todo, por lanzarse al ruedo con el cuento de la alianza sin antes tentar el ánimo de la militancia y de los principales liderazgos al interior de PAN y PRD.

Y ahora, ambos personajes, difunden rumores en el sentido de que la foto del fin de semana fue para mandar el mensaje de la militancia de que había alianza de facto entre ambos partidos en el Estado de México. Sería un mensaje muy elaborado, entre subliminal y capcioso, porque no dejaron ver a sus respectivas bases si hay que votar por Juan Zepeda o Josefina Vázquez Mota. Anaya y Barrales quisieron ‘chamaquear’ con su frente opositor, como lo apuntó Ernesto Cordero, y al final, salieron ‘chamaqueados’ cuando la ‘puntada’ se salió de control.

Bitácora de lo absurdo. A los mexicanos nos encanta hacer chistes como una manera de hacer frente a la tragedia, es casi una reacción instintiva. Una deformación malsana y mal entendida que se deriva de la celebración del Día de Muertos, el regreso del Mictlán en las culturas originarias de México. Pero no va por ahí, porque una cosa es hacer fiesta y otra, hacer mofa de la muerte y desgracia ajena.

Sucedió en redes sociales que, respecto al atentado terrorista en Manchester, Inglaterra, gente de toda broza (no mencionamos sus domicilios digitales para no hacer publicidad gratuita), que para colmo se cree “pensante”, publicó comentarios del tipo: “Eso les pasa por escuchar música de Ariana Grande”.

Lo grave fue que dichas expresiones comenzaron a reproducirse con ese dejo hediondo de superioridad moral por tratarse de una cantante de música pop. Como si fuera obligación social escuchar Mozart, mientras que Cañaveral únicamente es aceptable y bien visto en bodas al calor de bebidas espirituosas. 

Qué difícil no poder sacudirse los prejuicios sociales, ya no digamos porque la amenaza de otro atentado terrorista es latente, ni siquiera en casos donde las 22 víctimas, muchas de ellas eran adolescentes, merecen si no toda nuestra solidaridad porque están del otro lado del océano, sí nuestro respeto a su duelo. Frente a eso, la pifia de Paulina Rubio al confundir el nombre de Ariana Grande en Twitter resulta hasta inocente. 

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