Un aniversario distinto

Gabriel Cruz

OPINIÓN 24/04/2018 12:44 Gabriel Cruz Actualizada 12:44

Contrario a lo que ha sido una costumbre en el Consejo Mundial de Lucha Libre, se dio a conocer con meses de anticipación el día que se realizará la fiesta de la empresa. Así que el máximo evento del año luchístico tendrá que responder a la expectativa que irá creciendo con el paso de las semanas, pues conocer meses antes el día de la función obliga a dar un golpe certero, digno de los 85 años del espectáculo coliseíno.

Dentro del emporio mexicano se vienen dando cambios desde el año pasado. Hasta el momento sólo han sido de forma, ya que lo que se ofrece sobre el cuadrilátero no se ha modificado mucho. Los formatos de trabajo siguen apegados a la tradición.

Los luchadores estelares siguen siéndolo, algunos que ya deberían serlo, aguardan su momento. Los novatos no tienen espacio para meterse a la élite y el resto deambula en distintas plazas sin mucho futuro.

Pensar en un boom de la lucha libre, al estilo del que encabezó Místico en su momento, es impensable. No hay luchadores con ese imán, tampoco se ve pueda surgir alguno pronto. A cambio, existe una nueva generación encabezada por los nuevos Dinamita y Soberano, entre otros, que ha dejado atrás a otras que no son tan viejas, pero que no aprovecharon las oportunidades.

De cara a la función de aniversario no existe nada que pueda sorprender. Rush lleva la delantera para volver a estelarizar, aunque no queda claro quién será su rival. El cambio de bando de Kráneo lo pone en el panorama. Un luchador que se pasó casi una década de medio cartel para abajo, un rudo que era simpático y en esa cualidad tenía su problema para desarrollarse. Ahora, esa simpatía y carisma lo vuelven un técnico bonachón que puede competir con el Toro Blanco y compañía. Pero al integrante de la familia Muñoz parece interesarle más una máscara alejada de la empresa: la de L.A Park.

El independiente sabe que Rush es su última oportunidad para apostar dignamente su máscara, así que nadie puede descartarlo para llegar a la fiesta. La realidad es que no hay nada claro y sólo el paso del tiempo pondrá las cosas en su lugar.

¡Buenas luchas!

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