Binoculares

OPINIÓN 23/05/2013 00:00 Actualizada 00:00

SIN PROBLEMA Donde las irregularidades se mantuvieron fue en las inmediaciones del estadio Azul, en el que los revendedores se volvieron a despachar con la cuchara grande aprovechando el deseo de los aficionados por obtener un boleto para la final y las facilidades que dieron las autoridades, a pesar de las anomalías que se estaban cometiendo. El negocio llegó a tal grado que incluso no faltaron los vivales que vendieron hasta los lugares dentro de las largas filas; el asunto fue tomado con tal ligereza que el subsecretario de Seguridad Pública, Luis Rosales Gamboa, señaló que sólo se registraron algunos empujones a las afueras del estadio donde policías y aficionados pasaron las de Caín, mientras que los revendedores se deban el lujo de volver a la actividad tras ser capturados y pagar una multa; y eso que las autoridades locales presumen que han implementado protocolos para que los estadios de la capital sean más seguros.

A CHAMBEAR Quien se podría poner el overol desde hoy es el titular de la Agencia Urbana del Distrito Federal, Fernando Aboitiz, pues personal de la oficina a su cargo participará hoy en el inicio de las labores de desazolve para evitar inundaciones en la delegación Iztapalapa, que curiosamente padece por la falta de agua en buena parte del año, pero también por las anegaciones ocasionadas debido al mal estado del drenaje durante la época de lluvias. Habrá que esperar si la cuestionada agencia, que tiene como fin gestionar demandas ciudadanas, se mete de lleno en el tema o si, de plano, Aboitiz será objeto de nuevas críticas por sólo irse a tomar la foto.

CUBREN SUS ESPALDAS Quienes volvieron a hacer muestra de su unidad al momento de defender a un funcionario emanado de su partido, fueron los diputados locales del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que hicieron valer su mayoría para evitar una investigación sobre el gasto que el jefe delegacional de Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, destinó para promover su imagen en anuncios espectaculares. Los perredistas volvieron a demostrar que sólo ven la paja en el ojo ajeno y que cuando se trata de los perredistas prefieren mantener la opacidad en el gasto.

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