Gran angular

OPINIÓN 23/03/2016 05:00 Actualizada 05:00

Esta nueva era del terror que la guerra santa islámica ha llevado a occidente y cuya más reciente expresión retumbó ayer en Bruselas, la ciudad sede de las instituciones de la Unión Europea, se inauguró en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001.

Aquel brutal ataque con aviones secuestrados por pilotos suicidas contra las Torres Gemelas y el Pentágono, marcó un escalamiento sin precedentes de las organizaciones de fanáticos islámicos en su yihad, la guerra santa que, según sus creencias, los llevará a la redención. Esa estrategia logró niveles insospechados de sofisticación con la Al Qaeda de Osama Bin Laden, la base de una organización paramilitar que se atribuyó el ataque terrorista a Estados Unidos.

Muy poco tardó para que sus atentados hicieran de Europa su blanco, en una cadena sangrienta que no parece tener fin: la estación de Atocha en Madrid, 191 muertos el 11 de marzo de 2004; el Metro de Londres, 56 muertos el 7 de julio de 2005; el Museo Judío de Bélgica, cuatro muertos el 24 de mayo de 2014; el semanario satírico Charlie Hebdo en París, 12 muertos el 7 de enero de 2015; la parisina sala de conciertos Bataclan y algunos restaurantes cercanos, 130 muertos el 13 de noviembre de 2015; y el Metro y aeropuerto de Bruselas, 34 muertos ayer.

Los de Madrid y Londres, así como el primero de París, fueron reivindicados por Al Qaeda. Los demás fueron reivindicados por el Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), una escisión más radicalizada y con mayores fuentes de financiamiento, toda vez que en medio del caos de la guerra civil de Siria y la inestabilidad de Irak, ha logrado controlar territorio de ambas naciones que incluyen pozos petroleros cuyos recursos utiliza.

Lo que se vio ayer en Bruselas confirmó los temores de los cuerpos belgas de seguridad que ya veían ver una violenta reacción por la captura, apenas el viernes pasado ahí mismo en Bélgica, del presunto cerebro de los ataques a París el año pasado. Pero, peor aún, les confirma que el violento ISIS (con bases de europeos que se han sumado a sus filas y que tiene en el barrio belga de Maelbeek uno de sus santuarios, tiene la capacidad de organizar atentados simultáneos en diversos puntos. Los servicios secretos de Francia e Inglaterra le han advertido al gobierno de Bruselas que hay indicios de posibles atentados que probarían hasta con diez ataques simultáneos.

Y la estrategia del terror cumple su objetivo: crearlo y mantenerlo, doblar con el miedo.

¿Es México ajeno al terrorismo?

Muy probablemente sí, al menos del islámico. No al que ejerce el narcotráfico. Aquí nos ha golpeado el narco terror que ha cobrado víctimas inocentes. No tantas como las que pesan sobre la conciencia del yihadismo islámico que busca blancos en grandes concentraciones de personas: sitios turísticos, edificios, estaciones, aeropuertos, transportes, estadios. Con el terror afectan la vida cotidiana de las ciudades que han atacado.

Si bien y por fortuna el narcotráfico en México no se ha atrevido a hacer blanco en esas grandes concentraciones, su choque con las fuerzas federales ha cobrado vidas inocentes: estudiantes del Tec de Monterrey, familias que circulan por carreteras, migrantes en camino a Estados Unidos y, más recientemente, los muertos y desaparecidos de Iguala.

No somos por tanto ajenos a esta nueva era del terror.
Instantáneas: 1. AGUA. El vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PRD en la ALDF, Raúl Flores se sumó a la lucha de los habitantes de Iztapalapa por garantizar abasto de agua en cantidad y calidad suficiente, pues dijo que los iztapalapenses tienen los mismos derechos que los de otras zonas de la ciudad a acceder a dicho recurso natural. "Hay que dirigir más presupuesto no sólo de la ciudad, sino sobre todo de la Federación, porque en el tema del agua debe haber igualdad entre poderes para solucionar el tema", precisó el legislador local.

2. ENDURECIMIENTO. Ante la contingencia ambiental que enfrentó la Ciudad de México la semana anterior, el vicepresidente de delegaciones de Coparmex, Jesús Padilla Zenteno llamó al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, a la Comisión Ambiental Metropolitana y, en específico, a la Secretaría del Medio Ambiente local a endurecer las Normas de Verificación Vehicular para reducir la emisión de gases contaminantes, hacer efectivo el retiro de circulación de aquellos vehículos que no logren pasar las verificaciones y replantear nuevas medidas ambientales para evitar situaciones de emergencia.

@RaulRodriguezC
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