Binoculares

OPINIÓN 23/01/2015 05:00 Actualizada 05:00

‘No cantan mal las rancheras’ 

Muchas veces, el centralismo hace que los ojos se posen en los problemas que vive el Distrito Federal y la crítica se centre, por ejemplo, en los delegados “chapulines”, sin que esto se entienda como una defensa de los políticos de ciudad de México. Problemas peores se viven en el estado de México, donde presidente municipales ya “hicieron maletas” para irse a buscar otros cargos. Un ejemplo es Pablo Bedolla, alcalde de Ecatepec, que deja el territorio en su peor momento y encabezando las listas de todos los delitos, pero él ya se va.

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Aislados 

Por cierto, cuentan en las administraciones municipales de oposición, que no recibieron ninguna invitación por parte del gobernador Eruviel Ávila, para presumir los logros en los municipios que no son priístas en el estado de México. Ávila sólo convocó a algunos alcaldes del PRI, pese a que se utilizan logos del gobierno del estado de México.

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Bejaranista en apuros 

Más vale fuero que enfrentar un proceso, podría estar pensando la diputada federal Lizbeth Rosas Montero; y es que la perredista está a punto de quedarse sin la protección que le da el ser una representante por elección popular. De quedarse sin ‘hueso’, Rosas Montero podría enfrentar más acusaciones por su presunta vinculación con una banda de taxistas secuestradores que lideraba, presuntamente, su principal operador José Manuel Lira Sánchez. Es por ello que la protegida de “El Señor de las Ligas” está desesperada y en su obsesión de alcanzar la protección legislativa, trata de llamar la atención con cualquier tema, para obtener la anhelada candidatura a la jefatura delegacional en Álvaro Obregón, que se traducirá en impunidad, aunque el juicio popular ya dictó sentencia condenatoria.

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