El moche legítimo en Iztacalco

OPINIÓN 23/01/2014 05:00 Actualizada 05:00

La aplanadora amarilla atacó de nuevo en la  ALDF y por mayoriteo descartó llamar a comparecer el próximo lunes a la jefa delegacional en Iztacalco, Elizabeth Mateos. Algunos asambleístas del PAN querían saber cómo está eso de que Mateos exige a los trabajadores un porcentaje del salario, también conocido como moche o diezmo, recursos que destina a la operación de su proyecto político personal, para strippers (recordar el oso de la campaña de 2012) o para financiar al Movimiento Progresista.

El tema del diezmo no es nuevo, Andrés Manuel López Obrador hizo lo mismo un par de años antes de la elección presidencial de 2006 y Alejandro Encinas, como jefe de gobierno, dio continuidad al moche para AMLO. Encinas tenía en la persona de Aarón Mastache a su único recaudador.

En la invitación a donar se aclaraba que era de manera voluntaria, pero con la velada amenaza de perder el empleo en caso de negarse. Y no solamente eso, los funcionarios del GDF corrían el riesgo de ser señalados como traidores al movimiento. Y evidentemente, también perderían cualquier posibilidad de integrarse al gobierno federal en cuanto Vicente Fox saliera de Los Pinos. Oh, decepción para quienes apuestan al caballo perdedor.

Elizabeth Mateos, cercana a Armando Quintero pero más cercana a la corriente Movimiento Progresista de Marcelo Ebrard, niega las acusaciones y dice que vienen de gente resentida que dejó de trabajar en la delegación por ineficiente, aunque todos sabemos que en Iztacalco predomina la incompetencia. Y si le quitan el trabajo a alguien es por pertenecer a una corriente política distinta o para darle la plaza a los progresistas.

A medida que se acerque la hora de la definición de las candidaturas para las elecciones intermedias en el Distrito Federal y la Cámara de Diputados las acusaciones de corrupción entre unos y otros serán parte del paisaje político. La gran debilidad del PRD, que cae día a día en la simpatía de los chilangos, es la falta de cuadros políticos. Tal es el caso de la delegada Mateos, que llegó al cargo a pesar de ser un fósil de la UNAM y prefirió vivir a costa del erario antes de que el pueblo de México le costeara la carrera de psicología que abandonó.

Al final, los amolados son los trabajadores del gobierno del DF, ya que nada pueden hacer contra este robo en despoblado. Porque si alguien se atreve a denunciar debe acudir a la Contraloría del DF, donde ya sabemos que la especialidad de la casa es el carpetazo.

Periscopio

Otro al que debieran darle su moche, pero de uñas, es al delegado Toledo en Coyoacán. Además de creerse el nuevo faraón de Culhuacán, Mauricio Toledo exigió a los trabajadores de estructura y honorarios 10% del aguinaldo, en diciembre pasado. Las cenas de Navidad, Año Nuevo y los regalos por el Día de Reyes tuvieron que ser más austeros para que Toledo pueda darse la gran vida.

En el radar

Si usted creyó haberlo visto todo en el pleno de la Cámara de Diputados, espere a que inicie trasmisiones el canal de TV de la ALDF en el espectro digital del canal 21 del GDF. Podremos ver a asambleístas como Dione Anguiano en el deschongue parlamentario y defender a servidores públicos corruptos como la delegada en Iztacalco Elizabeth Mateos.

Bitácora de lo absurdo

Al tiempo que ayer el debate en la opinión pública nacional era el caso de la ejecucción de Édgar Tamayo en Texas, donde Estados Unidos desacató convenios internacionales en materia de impartición de justicia, el ex embajador del vecino del norte en México, Tony Garza, dijo que la reforma energética "emociona" a los texanos, declaración que ofende no sólo a la comunidad mexicana en EU. También debería ofender al gobierno mexicano, que en otros momentos ha sido defensor del respeto al debido proceso para los acusados de algún crimen. Pero la falta de tacto político de Tony Garza deja muy en claro que el trato con nuestros futuros aliados comerciales en materia energética no será de igual a igual.

Seguimos el debate en Twitter: @LeoAgusto

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