Apagón analógico

OPINIÓN 22/12/2015 04:00 Actualizada 04:00

Este martes 22 de diciembre, 56 estaciones de televisión abierta habrán apagado para siempre su transmisión analógica terrestre (TAT) en diversas ciudades de siete estados de la República Mexicana, las cuales se sumarán a las 28 que el pasado jueves 17 hicieran los mismo en el Distrito Federal y cinco entidades más, así como a las 67 que lo hicieron el día anterior.

Para el 31 de diciembre, las restantes 99 televisoras, distribuidas en 13 entidades federativas, habrán de cumplir un decreto presidencial de 2013: bajar el switch analógico e iniciar en todo el país la transmisión de televisión digital abierta (TDA).

Sin embargo, en miles de hogares mexicanos, sus habitantes se quedaron rezagados y no podrán incorporarse a esta nueva era. Alrededor de este fenómeno hay varias interrogantes; algunas son: ¿Qué necesidad había de todo esto? ¿En qué beneficia a los televidentes? ¿En qué los perjudica?

Para empezar, si usted no dispone de un televisor digital o un decodificador conectado a su vieja antena analógica (VHF/UHF), o si no alcanzó alguna de las pantallas que el gobierno regaló, simplemente se quedará sin ver sus programas favoritos, que antes eran gratis, al menos en apariencia.

El fondo de todo este brete es el mismo que explica por qué ya no se usan ni las cintas de audio conocidas como casetes, ni las cintas de video Beta, VHS, etcétera; o sea, poder y dinero ejercidos desde los centros de hegemonía tecnológica global.

Ocurre que la proliferación de televisoras en el mundo ha saturado las radiofrecuencias (que se miden en megahertz o MHz) por las que viaja la televisión abierta, y que ocupan bandas que van de la muy alta frecuencia a la ultra alta frecuencia (que es lo que significan en inglés las siglas VHF y UHF).

Para resolver el problema, en 2006 la Unión Internacional de Telecomunicaciones (IUT, por sus siglas en inglés) recomendó desde Ginebra que todo el mundo transitara hacia la tecnología digital, de modo que la radiodifusión de las señales de TV fuese más eficiente. Ya aparecerán los beneficios reales (y sobre todo beneficiarios) de tal salto tecnológico.

Todo este proceso hará recordar a quienes tengan edad suficiente un proceso similar cuando se unificó en todo el país la frecuencia eléctrica. ¡Sí, la del famoso Cufito!

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