El plan quinquenal de gasoductos

OPINIÓN 22/10/2015 05:00 Actualizada 05:00

El gas natural es fundamental para el desarrollo nacional. Es un insumo necesario para el funcionamiento de la industria, el comercio, la agroindustria, el transporte y la vida diaria de los usuarios residenciales. Hoy, el uso de gas natural es un insumo insustituible en el sector automotriz y en la producción de energía eléctrica, precisamente porque es un combustible más económico y que produce menos daños al medio ambiente –en comparación con el combustóleo–.

Como todos sabemos, la Reforma Energética trae consigo la oportunidad de explotar toda nuestra riqueza de gas natural. Sin embargo, aún se requieren dos aspectos sustanciales para su aprovechamiento: por un lado, conseguir las inversiones para extraerlo del subsuelo a grandes profundidades y, por el otro, una vez extraído contar con una infraestructura de gasoductos para su transportación.

El primer asunto se encuentra casi completamente resuelto. A la fecha, diversas empresas nacionales y extranjeras han mostrado su interés en participar en licitaciones para la explotación del gas natural. No obstante, el segundo no se encuentra completamente resuelto. Pongamos dos ejemplos. El primero de ellos, es que si bien tenemos una vasta red de gasoductos, la cual posee una dimensión superior a los 15 mil kilómetros, también lo es que no está plenamente interconectada con Estados Unidos —nuestro principal proveedor del energético— y con algunos países de Centroamérica —potenciales consumidores de nuestro país—.

El segundo es que la actual red de gasoductos está ausente en los estados de Michoacán, Colima, Sinaloa, Nayarit y Zacatecas. En otros estados más, el gas natural llega parcialmente, lo cual, entre otras cosas, inhibe una interconexión entre las regiones, que sea insuficiente y, lo más preocupante, que el costo del combustible sea elevado por la dificultad de su transportación.

En pocas palabras, nuestro país requiere con urgencia de la modernización y expansión de la red de gasoductos. Es urgente por la sencilla razón de que tendremos en el corto plazo un “boom” en la extracción del hidrocarburo, seremos un país exportador y, sobre todas las cosas, porque es injusto que este producto de primera necesidad no se encuentre al alcance de todos a un bajo costo.

En días recientes, la Secretaría de Energía presentó el Plan Quinquenal de Gasoductos, 2015-2019. Éste prevé un ambicioso proyecto de expansión de infraestructura a lo largo y ancho de toda la República mexicana —con la construcción de 5 mil 150 kilómetros de gasoductos—, el cual tiene como único objetivo garantizar el abasto de combustibles, facilitar su transportación y reducir sus costos al usuario final.

Dicho plan incluye 13 proyectos para la construcción de gasoductos y una compresora, los cuales involucran los territorios de 16 estados y una inversión de 10 mil millones de dólares. Éste se suma a los seis gasoductos que ya están concluidos, a los siete más que están en construcción, a los cinco que están adjudicados y a los cuatro que están en proceso de licitación.

La culminación de estos proyectos está programada para el 2019. En ese entonces, México tendrá una de las más modernas y eficientes redes de gasoductos en toda América Latina —con 20 mil kilómetros de conductores logísticamente interconectados con todas las regiones—, la cual no me queda la menor duda, estará al servicio del desarrollo nacional, la economía familiar y el mejoramiento de la calidad de vida de todos los mexicanos.

Debemos aprovechar que el precio internacional de este combustible está bajando. Desde el Senado de la República seguiré haciendo un llamado para que se cumpla con el espíritu de la reforma energética y que las tarifas de gas natural bajen en beneficio de los consumidores.

*Senadora de la República
Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables.
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Facebook: liliamerodioreza
@LiliaMerodio 

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