¿Cambio con freno?

OPINIÓN 22/08/2013 05:00 Actualizada 05:00

MAESTROS. Durante muchos años la relación entre los maestros y la sociedad se ha venido deteriorando. Se alejaron de las exigencias de la sociedad. Pasaron de las aulas a la arena de la manifestación, debilitando al sistema educativo, que es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo económico y competitivo, y si no preguntémosle a los asiáticos. Por ejemplo, en Corea del Sur o Singapur se estudia casi el doble de horas diarias que en América Latina. En Corea del Sur 98% de la población entre 25 y 34 años ha finalizado la secundaria, frente a 38% de nuestros jóvenes. Del total de los estudiantes en el país asiático, 80% toma clases complementarias de matemáticas o ciencias. ¿A qué se debe este éxito? En gran medida a los profesores.

Los mentores se toman en serio su profesión. Todos los maestros, desde jardín de niños hasta el nivel superior, necesitan un título universitario. Y cada vez es mayor el consenso que hay para mejorar el nivel educativo. ¿Cómo? Creando y fortaleciendo una cultura de la evaluación que obligue a los profesores a superarse cada vez más y rindan cuentas constantemente ante el gobierno, pero principalmente ante la sociedad. Jeffrey Puryear, experto en estudios en educación, afirma que todo sistema educativo debería adoptar tres objetivos. El primero de ellos sería la aplicación de altos estándares desde la educación primaria; el segundo sería la evaluación de estudiantes; y tercero, la rendición de cuentas de profesores y directores de escuela.

EVALUACIÓN. ¿Y entonces por qué negarle la posibilidad de incentivar a los excelentes profesores que tenemos en todo México por el interés de unos cuantos? ¿Por qué soportar que se cierren carreteras y afecte la economía local? ¿Por qué estar a merced de unos profesores que dejan sin clase a cerca de 2 millones de Oaxaca, Michoacán y Tabasco y frenan el futuro de los niños?

Privilegiemos la profesionalización docente y evaluación. Exijamos ya no más docentes realizando trabajos ajenos a su profesión. Sólo así contaremos con un servicio profesional docente que dote de las herramientas necesarias para transformar a México. Si en Finlandia es un orgullo ser profesor, ¿por qué en México se le niega esa oportunidad a tan noble profesión? Así como señalaba al inicio de este artículo que en Corea del Sur se exigen estándares mínimos, en Finlandia sólo entran a la carrera pedagógica los que cuentan con notas por encima del promedio y aprueban las rigurosas pruebas de lectura, sensibilidad artística, entre otras características.

REFORMA. El principal objetivo de la reforma educativa que se debate en el Congreso de la Unión es la modernización del sistema educativo. Con ella millones de niños contarán con educación de calidad y lograremos reactivar el ciclo económico a mediano y largo plazos. El servicio profesional docente reconocerá la formación y logros de los mentores. Es decir, se recompensará su esfuerzo de manera justa. Mérito y esfuerzo propio es la variable principal. Se le dota de autonomía y capacidad técnica al Instituto para la Evaluación de la Educación que garantizará que la evaluación al sistema educativo nacional cuente con estándares eficaces. La autonomía de gestión de las escuelas garantizará el uso eficiente de los recursos de los planteles.

¿Están en contra de eso?, ¿están en contra de los niños y jóvenes de México para limitar su futuro?

Que quede claro: no hablo de la relación patronal y laboral que tienen el sindicato y el gobierno. Hablo de objetivos fundamentales para detonar el potencial que tenemos como país. Como senadora no permitiré que intereses mezquinos estén por encima del futuro de este país que tanto quiero. ¿O qué? ¿Quieren un cambio con freno?

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