La pejestroika

LEO AGUSTO

OPINIÓN 22/01/2018 13:14 LEO AGUSTO Actualizada 13:14

ANDRÉS MANUEL López Obrador aprovechó las acusaciones de la injerencia rusa en su campaña para mofarse de sus rivales y desde el malecón del heroico puerto de Veracruz lanzó un video donde dijo esperar un submarino ruso con oro proveniente de Moscú. El ‘stand up’ desarticuló la arenga de sus críticos y desató en redes sociales las risas de los millennials, sector de la población votante que podría definir la elección presidencial.

Ahora sabemos que el “submarino ruso” no traía oro, pero sí dos encuestas ‘cuchareadas’ donde el tabasqueño aparece en altísimo primer lugar, muy por encima del frentista Ricardo Anaya y el ciudadano José Antonio Meade. Uno de los estudios de opinión fue supuestamente elaborado por el Gabinete de Comunicación Estratégica que preside Liébano Sáenz. Más temprano que tarde, fue desmentido por el mismo Liébano y aclaró que en esta elección su casa encuestadora no realiza ningún seguimiento (tracking) diario de preferencias de la elección presidencial. Ayer platiqué con el poderoso ex secretario particular del presidente Ernesto Zedillo y me confirmó que dicha encuesta no era de ellos y que en los últimos estudios que realizó el Gabinete, publicados en el sitio web de la empresa, el morenista aparecía en primer lugar y que no entendía por qué López Obrador presentaba estudios falsos como ciertos. 

Ante esta situación, sólo hay dos opciones: o López Obrador es un mentiroso o sus colaboradores le están mintiendo. Lo cierto es que la apuesta del PRI es una elección cerrada, al estilo 2006, para ganar la Presidencia en la mesa y no en las urnas, y es una de las razones por las que se ha impugnado la Ley de Seguridad Interior, luego de ver el resultado de la elección presidencial en Honduras, donde la fuerza pública acalló la protesta popular. 

El tabasqueño sabe que una elección cerrada lo pondría mucho más cerca de su tercera derrota presidencial. Es por ello que ayer sumó a las filas de Morena a la senadora Gabriela Cuevas, quien ya renunció a Acción Nacional y ya fue jefa delegacional en Miguel Hidalgo; y con Víctor Hugo Romo fuera de la ecuación, tendrá un interesante mano a mano con la diputada de la ALDF, Margarita Martínez Fisher, que se perfila como la apuesta del frente PAN, PRD, MC para la alcaldía en Miguel Hidalgo. 

Para que Morena pueda ganar la jefatura de gobierno de la Ciudad de México debe sumar a las disidencias que cuenten con base social y capital político, pero es muy difícil encontrar perfiles que cumplan con dichos requisitos, por eso personajes como René Bejarano y Dolores Padierna serán elementos clave en la elección capitalina. De la honestidad valiente, mejor ni hablamos. 

Y ayer mismo, López Obrador anunció la incorporación de Cuauhtémoc Blanco como el 10 natural para competir por la gubernatura del sureño estado de Morelos. El senador Rabindranath Salazar, que fue uno de los primeros en la Cámara Alta, quedó fuera de la carrera electoral debido a que el ídolo del futbol mexicano fue la apuesta del Partido Encuentro Social.

Los albazos no han dejado nada contentos ni a los leales ni a los duros de Morena, pero la apuesta del tabasqueño es sumar la mayor cantidad de votos para acabar con el priismo, pero no con el partido entero, sino con el ala de la tecnocracia que respalda a José Antonio Meade, aunque para ello tenga que sumar a la extrema derecha representada por el PES, a la disidencia panista que no coincide con Anaya, a los perredistas arrepentidos y pasar por encima de los postulados de la izquierda, traicionando a sus militantes. 

La estrategia electoral de López Obrador se parece mucho al sistema de reformas estructurales emprendidas por otro ruso, Mijail Gorvachov, en los años 80 del siglo pasado, conocido como la Perestroika, cuyo momento cumbre quedó plasmado con la caída del muro de Berlín. López Obrador dice que quiere pacificar al país luego de 12 años de guerra contra el narco. Aunque para ello deba mentir, robar y traicionar como Gorvachov, quien es recordado como uno de los máximos traidores del comunismo.

TWITTER: @LeoAgusto

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