Fuerza México

Lupita Martínez

OPINIÓN 21/09/2017 06:53 Lupita Martínez Actualizada 12:53

De pronto  el movimiento de la Tierra, ya lo conocemos pero siempre es sorpresivo; quienes vivimos el temblor del  85 recordamos, los más jóvenes apenas conocerán sus alcances. 

Los segundos son eternos, por fin se detiene pero  todos seguimos temblando.  Silencio y miedo.  Minutos después suenan las sirenas de las ambulancias y empiezan a fluir las noticias por todos los medios, se corta el servicio de luz y se saturan las líneas telefónicas.  La sociedad civil cierra filas y todos ofrecen sus manos, sus casas, sus oraciones, lo que tengan para ayudar a quienes lo necesitan, todo sirve, todo suma, todo ayuda. Es la sociedad civil con mayúsculas.   Las noticias no son buenas, a algunos conductores de radio y televisión se les corta la voz por ese nudo en la garganta que tenemos todos y no importan las audiencias, ni si los conductores lo hacen bien o mal, en medio de una tragedia sale a la luz lo importante y lo demás pasa a segundo término.   

Las redes sociales se convierten en un centro de ayuda para conseguir recursos y localizar personas, algunas víctimas logran comunicarse pidiendo auxilio desde los escombros.  No falta quienes utilizan la tragedia para destacar o sobresalir con videos porque no acaban de entender que hoy no se trata de ellos, hoy no son los protagonistas; otros en medio de la impotencia comparten mensajes sin saber si son ciertos o son rumores, pero no se les critica, se entiende porque no hay un protocolo que marque cómo deben comportarse,  nomás la conciencia.  No hay memes, no hay chistes, sí hay dolor, sí hay tristeza.  

El dolor de la Ciudad de México se suma al de Oaxaca,  Chiapas y ahora también Morelos.   Un recordatorio obligatorio del valor de la vida en México en medio de la violencia que padece.   México es mucho más que el crimen que se ha apoderado de  algunas zonas.  Las noticias de fosas clandestinas y matanzas se han vuelto peligrosamente comunes, jamás normales.   

Aplaudo que los medios de comunicación en su labor de orientadores de la sociedad, ayudando a ordenar la ayuda, acallando rumores e informaciones falsas, aplacando el pánico, sin descuidar su labor periodística, informando; destacando la noticia del derrumbe de la escuela Enrique Rébsamen que se convirtió en el símbolo de esta tragedia, ahí se depositaron las esperanzas y el dolor, sin perder de vista muchas otras zonas afectas.   Ejército y Marina, Topos, Cruz Roja y todos ayudando.  

La clase política en silencio, caminando de puntitas para no equivocarse porque vienen las elecciones.   Dice el INE que no se pueden desviar recursos y eso yo no lo entiendo bien, lo que sí entiendo y lo entiende la sociedad civil completa es que los recursos que se destinan, dilapidan, restriegan a los ciudadanos en campañas políticas, deberían ser destinados en su totalidad a la reconstrucción de todas las zonas afectadas de la República mexicana. 

La vida retomará su curso, la rutina volverá a la normalidad para casi todos, pero  se seguirá necesitando ayuda, hubo quienes perdieron todo y empezarán de cero, para ellos los recursos, para la reconstrucción. 19 de septiembre, 2017.

Comentarios