Falta poco para que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, explique qué tan honda es la crisis económica en la que se encuentra el país, desde que su antecesor, Luis Videgaray Caso, diseñaba el paquete económico 2017.

Este jueves, ante el pleno de los diputados, Meade deberá explicar en qué círculo del infierno económico se encuentra México.Uno obvio es el de la depreciación del peso, que estaba presupuestado en 18.2 unidades por dólar, que ya está arriba de los 20 pesos.

Las cuentas se descuadran, desde luego, y más cuando la deuda pública representa la mitad y pico del Producto Interno Bruto, y su carga sobre los mexicanos pesa más que cuando se pensaba que una cotización del dólar sobre los 18 pesos era una estimación conservadora.

Es tiempo de gobernar comunicando. La oportunidad es de José Antonio Meade de decirle a los mexicanos, desde San Lázaro, mañana, y la próxima semana en el Senado, cuál es la situación de crisis del país; es tiempo de que hable de la salida de dólares; de la deuda a la que han contribuido gobernadores y alcaldes en pasados años.

Desde luego, lo que se vive en lo económico “no son buenas noticias y, por ello, todos estamos muy preocupados”, ha dicho el diputado priísta Jorge Carlos Ramírez Marín.

En la Cámara de Diputados esperan un ajuste al ajuste presupuestal para 2017 como alternativa para sortear las tormentas en que ya está la economía mexicana, y aunque represente “poco” cualquier recorte, ello constituye una medida justa que espera la población que vive de su trabajo.

Por cierto, en el Congreso ya se tardaron en llamar al gobernador del Banco de México, Agustín Carstens…

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