Binoculares

OPINIÓN 21/08/2013 05:00 Actualizada 05:00

PROTESTAS EN PAÑALES Ayer, muy en su papel de oposición, la ex delegada en Álvaro Obregón, Leticia Robles, llegó con no más de 70 vecinos a la sede del gobierno delegacional. Ahí, donde fueron sus oficinas y desde donde gobernó tres años, su figura quedó desdibujada. La idea era reclamar al actual delegado Leonel Luna el hecho de no permitir que lleguen los recursos de la Cruzada Nacional Contra el Hambre a las calles de la demarcación. Sin embargo, a la hora de los dichos, quien tomó la palabra fue Juan Carlos Gazca el dirigente delgacional del PRI en Álvaro Obregón. En los airados y cortos reclamos, parece que los manifestantes no supieron que ya desde hace algunas semanas, Luna se reunió con el ex policía Sixto Hoyos, quien ahora es el delegado de la Sedesol en el Distrito Federal y que con él ya se esquemaron algunas opciones de cómo bajaran los recursos federales a esa parte de la ciudad.

TECNOLOGÍA DE RISA Ayer, el empresario inglés Gary Bolton, dueño de la empresa Global Technical LTD, fue condenado a siete años de prisión por una corte de Inglaterra. Este singular hombre es el creador del falso detector de bombas GT200, usado en México por las fuerzas federales conocido como “la ouija del diablo”. Un dineral, más de 400 millones de pesos, fue el que pagó el gobierno federal y algunos estatales por la “tecnología” que ofrecía resultados sorprendentes, cuando según las investigaciones el equipo adquirido no funciona y sus clientes, es decir, quienes los adquirieron, hubieran tenido mejores resultados si hubieran actuado sólo al azar y no con ese aparato, al momento de buscar explosivos, acusar a inocentes de posesión de sustancias o simplemente tratar de hallar sobrevivientes en algunos desastres.

LOS DUEÑOS DE LA CALLE Las protestas realizadas por los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación afectaron ayer a miles de ciudadanos en el Distrito Federal. Al final, los bloqueos volvieron a poner al descubierto la necesidad de una reglamentación sobre las marchas pues la impunidad con la que actúan no sólo ellos, sino quienes bloquean las calles, deja a los ciudadanos en total indefensión.

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