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OPINIÓN 21/06/2013 05:00 Actualizada 05:00

TRAGO AMARGO Quien ayer se apareció en el lugar en el que comenzó la historia que lo llevó hasta el puesto que ocupa actualmente fue el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera. El mandatario se proyectó hacia los primeros planos de la escena política hace cinco años, después de la tragedia ocurrida en la discoteca New’s Divine y le costó el puesto a Rodolfo Félix Gallardo, quien antecedió a Mancera al frente de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. La llegada del gobernante al lugar en el que fallecieron nueve jóvenes y tres policías no era del todo bien vista, pues familiares de las víctimas aún señalan al ahora jefe de gobierno por la impunidad que se dio en este caso, pues consideran que no realizó de manera adecuada las investigaciones que tenía bajo su responsabilidad cuando era procurador de la ciudad.

AL AMPARO DE SU CARGO Donde se dio otro caso que provoca indignación fue en el estado de Guanajuato, pues un regidor del Partido Verde Ecologista en el municipio de Silao, golpeó a dos policías. Todo ocurrió en la capital del estado en la que Miguel Ángel Maldonado arremetió en contra de una agente que intentaba separar a los participantes de una pelea e incluso arremetió con una silla en contra de otro elemento de seguridad, cuando intentaban controlarlo. Maldonado, quien se ha postulado en dos ocasiones con el fin de convertirse en el alcalde de la localidad, fue sometido por otros policías y presentado ante un juez calificador, de donde fue puesto en libertad después de realizar una llamada.

MAL EJEMPLO El que terminó por comerse sus propias palabras fue Fernando Castro Trenti, candidato del PRI a la gubernatura del estado de Baja California. Resulta que Castro expresó durante un debate su rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo, bajo el argumento de que los hijos adoptados por estas parejas “crecen con el mismo ejemplo”. Sus aseveraciones le acarrearon una serie de reclamos y descalificaciones, por lo que Castro Trenti se echó para atrás y señaló que su crítica se dirigió al PRD y no a las personas homosexuales. Así se mostró el valor de la palabra de quien aspira a gobernar un estado de la República.

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