La maestra Delfina Gómez, candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México, ha puesto al PRI cerca de perder por primera vez esa entidad.

Las recientes encuestas sobre la contienda electoral dan cuenta de ello y muestran un escenario inédito: Nunca en la historia del país el PRI había estado tan cerca de ser derrotado.

Estamos frente a un interesante fenómeno político provocado por dos factores que hay que tomar en cuenta: el primero es el ascenso nacional de Morena, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, y el segundo tiene que ver con la personalidad de Delfina que es una persona sencilla que inspira confianza a la gente y tiene credibilidad.

El liderazgo de la profesora Delfina Gómez va creciendo de forma sostenida. Comenzó en el cuarto lugar, pero pronto pasó al tercero, de ahí dio el salto al segundo y ahora Morena le disputa al PRI el triunfo en apenas unos cuantos meses.

‘Delfis’, como le dicen de cariño los mexiquenses, contrasta con la personalidad de los políticos mexiquenses que desde el siglo pasado se caracterizan por seguir al pie de la letra la máxima de Hank González: “un político pobre es un pobre político”.

En contraste con esta máxima del priismo mexiquense, la candidata de Morena es una mujer trabajadora, preparada y que, como muchas mujeres mexiquenses, ha logrado destacar con base en un trabajo honrado y su dedicación.

Delfina se ha descrito a ella misma como la hija de un albañil, ama de casa y profesora de primaria que está cerca de lograr un gobierno diferente para el Estado de México.

Delfina no es una mujer improvisada, cuenta con la licenciatura en Educación Básica por la Universidad Pedagógica Nacional y con dos maestrías, una en Educación y otra en Administración de Instituciones Educativas, por el Tecnológico de Monterrey.

Fue presidenta municipal de Texcoco en 2012 y en 2015 ganó la diputación federal, siendo la más votada a nivel nacional.

Delfina representa la única opción distinta a la clase política mexiquense. Es una mujer del pueblo, ha recorrido el Estado y es sensible a los problemas de la gente.

No ha hecho grandes promesas, su propuesta se basa en la austeridad, en el gasto eficiente de los recursos públicos y en brindar oportunidades a la población, sobre todo a los jóvenes.

Delfina Gómez es un fenómeno porque en poco tiempo ha hecho sentir que el cambio en el Estado de México es posible, que una persona comprometida puede hacer las cosas de manera diferente.

El ánimo por Delfina se une a la ola del cambio que inunda al país y que busca la unidad, la prosperidad del pueblo y la regeneración de México.

Sin duda, con Delfina se vislumbra un futuro distinto para los mexiquenses.

Estamos frente a un interesante fenómeno político provocado por dos factores que hay que tomar en cuenta: el primero es el ascenso nacional de Morena, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, y el segundo tiene que ver con la personalidad de Delfina que es una persona sencilla que inspira confianza a la gente y tiene credibilidad”.