El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz (PRI), reveló la clave del éxito de su estado en el combate al crimen organizado que se había adueñado de Monterrey, la ciudad capital de la entidad: Se necesita un líder 100% involucrado, comprometido con la seguridad.

Así lo dice el gobernador neoleonés y de ello habló ayer en el Senado, en las audiencias públicas en materia de seguridad pública y justicia que se abrieron como paso preliminar al trabajo de estudio y dictamen de la iniciativa del Ejecutivo que busca dar al Estado instrumentos contra el crimen.

Los senadores llamaron a un grupo de gobernantes, entre ellos Medina de la Cruz, quien en una primera parte de su mandato enfrentó una ola de violencia criminal, y con una estrategia de cuerpos policiales fuertes ha ganado terreno a los grupos delictivos.

“Si el capitán del barco, si el gobernador en turno, el jefe de gobierno en turno, no está resuelto a entrarle de frente a este problema para resolverlo, es el primer factor sin el cual todo lo demás no se puede dar; es imposible”.

Así de claro lo dijo. La clave está en la decisión de los gobernadores, que con ella destinarán recursos en materia de seguridad. Y para ello, refirió, su administración tuvo que cancelar programas de gobierno e, incluso, aumentar impuestos locales.

Medina dejó en claro que la seguridad pública cuesta, y a quienes señalan que el modelo de Nuevo León es caro, dijo: “Cuesta más la inseguridad”, y lo más triste es que haya subejercicios de autoridades que no saben cómo gastar lo poco que reciben.

Los resultados para Nuevo León están a la vista, su estrategia ha dado frutos que ya reconoce el Senado, al llamarlo a dar cuenta de su experiencia. Agallas es lo que falta…