Un molito

OPINIÓN 20/12/2013 05:00 Actualizada 05:00
Si lo que recomiendo no está bueno, invíteme a comer
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Por aquí en San Pedro Atocpan dicen que entre moles también hay clases, algo difícil de comprobar en un lugar donde una parte importante de los pobladores se dedica a la producción y venta de este guiso de fiesta. Pero la frase toma sentido cuando usted prueba el mole de manzana que preparan en El Jardín de Tláloc.

Aquí, doña Rosa María Arrieta junto con su esposo, don Arturo Alvarado, y su hija Elizabeth Alvarado, se encargan de la elaboración artesanal de esta variedad de mole, creado por ellos con la idea de aligerar un poco este tradicional guiso mexicano, sobre cuyo nombre descansa una parte del nacionalismo gastronómico del país, pero que admite tantas versiones como personas lopreparen.

Así que sustituyeron algunos ingredientes irritantes y de sabor intenso, como el comino y el clavo, por manzana (fuente de antioxidantes y fibra ) y gengibre, el cual tiene propiedades digestivas.

De esta manera, logran un mole de sabor suave, no graso, con un agradable toque dulzón y levemente picoso que deja un regusto casi imperceptible a manzana.

Para deleitar mejor al paladar, le recomiendo que antes de atacar su plato (que luce bastante bien cuando se lo llevan a la mesa) contenga las ganas y disfrute un par de cucharadas del mole solamente, y ya después éntrele con singular alegría a la combinación completa con pollo, guajolote o conejo.

Pero si lo que se le antoja es el mole tradicional, no se preocupe, también ofrecen el rojo y el verde; así como pipián y adobo.

La carta incluye, además, unos tamalitos de frijol que están de rechupete, chilaquiles, enchiladas, sopa azteca y carne asada, cecina o tampiqueña.

Cómo llegar: Calle Tláloc #2 Bis, San Pedro Atocpan, delegación Milpa Alta. A un costado del Santuario de las Misericordias. Cerca de la plaza San Martín. Tels. 58 44 27 37, 5844 3788 Horario: Lunes a domingo de 9am a 7pm, incluso en días festivos.

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