Mientras en Xochitepec, Morelos, el presidente Enrique Peña inauguraba el año lectivo escolar 2013-2014 acompañado por el secretario de Educación y el líder del SNTE, y ante una bola de escolapios a quienes aburrió pronto con su discurso, en el emblemático monumento a la Revolución Cuauhtémoc Cárdenas encabezó la visión energética perredista y su iniciativa de reforma legislativa.

Cárdenas fue mucho más inteligente que López Obrador al presentar una propuesta y descalificar con datos la iniciativa peñista y no sólo tildar de vendepatrias al actual gobierno federal. Andrés Manuel hizo un mal cálculo de los tiempos políticos al programar su acto magistral de defensa petrolera hasta el próximo 8 de septiembre o pensó en salir hasta que las posturas estuvieran más polarizadas, porque es en turbias aguas donde el Pejelagarto nada a sus anchas.

Cuauhtémoc es quizá la única voz autorizada para desvirtuar la interpretación del cardenismo que hizo el Presidente y lanzó un certero dardo que pegó muy cerca de las oficinas de Pedro Aspe, Reyes Heroles y Ramírez Corzo; y sembró la legítima duda: "Habría que ver quiénes son los particulares que van a celebrar contratos de utilidad compartida (o despojo seguro) con el Estado, de los que se nos habla en la presentación de la iniciativa oficial".

La diferencia de fondo entre ambas visiones es que Peña busca que la paraestatal siga operando como hasta ahora, con todo y su corrupto líder sindical, y abrir la inversión extranjera en el sector energético, mientras que el PRD busca aplicar una reingeniería estructural en Pemex sin modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución.

El jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, tuvo buen tino en no asistir al mitin perredista. Independientemente de la legitimidad de las causas los ciudadanos del DF, no le pagamos para que ande de activista en horas de trabajo. Incluso Cárdenas anunció que se dedicará de lleno a la causa petrolera, es decir, dejará de ser coordinador de Asuntos Internacionales del GDF. Caso contrario al de Carlos Navarrete, que anda de campaña a la presidencia del PRD al tiempo que sigue cobrando como secretario del Trabajo local. Lo mismo la delegada en Tlalpan, Maricela Contreras, que dejó botado el cargo conferido para ir a donde nada tenía que hacer. Pero quien se voló la barda de la congruencia política fue el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, que aplaudía la iniciativa energética peñista ayer en Morelos, mientras sus compañeros de partido arropaban a su líder moral.

Finalmente, la consulta ciudadana en materia energética que realizará el PRD el 25 de agosto caló hondo en el gobierno federal. Pronto salió el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a decir que no está prevista en la ley. Evidentemente no, pero los previsibles resultados harán que las bancadas del PRI y el PAN en el Congreso de la Unión se lo piensen un poco antes de aplicar el mayoriteo.

Si el gobierno federal quiere convencer a la población de las bondades de su reforma, necesitará algo más que su insulsa campaña de publicidad para macacos donde nos dice que somos dueños del sol, la luna y las estrellas.

Periscopio

Marcelo Ebrard ya no sabe cómo subirse al tren, no importa cuál ni adónde vaya; en su desesperación lanzó un tuit oportunista y tierno. Lea por favor y no se ría: "Con el Ing Cárdenas en el Monumento a la Revolución: la propuesta energética progresista". El ex jefe capitalino está cayendo en un hoyo político negro, ese sí, progresista.

En el radar

El líder del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, acusó al delegado en Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, de cobrar por audiencia ciudadana. Algo debe haber de cierto, porque hay vecinos de Tacubaya que llevan meses buscando cita con el perredista.

Bitácora de lo absurdo

Héctor Serrano, secretario de Gobierno del DF, se puso a corretear con la policía capitalina a los danzantes aztecas del Zócalo porque lo agarraron de cantina y molestaban a los turistas. Sería bueno que con la misma mano dura quitara a los ambulantes que ya volvieron al Centro Histórico y también a los vagoneros vendedores de música pirata en el Metro.

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