A los amigos, justicia y Góngora

OPINIÓN 20/06/2013 05:00 Actualizada 05:00

A los amigos, justicia y gracia;
a los enemigos la ley a secas.
Benito Juárez


En febrero de 2012, Andrés Manuel López Obrador anunció durante un mitin en Cuautitlán Izcalli que el ex ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro Góngora Pimentel, sería su consejero jurídico si ganaba la presidencia de la República. Es decir, nunca.

López Obrador propuso una república amorosa encabezada por hombres y mujeres inmaculados, de reputación intachable. Respecto a Góngora dijo a sus seguidores: "Va a ser como el faro que me indique hacia dónde se tiene que ir para apegarnos siempre a la Constitución y las leyes. El ex presidente de la SCJN me va a ayudar como consejero jurídico, porque vamos a aplicar un criterio que se puede resumir en una frase: nada al margen de la ley y nadie por encima de la ley. Eso es lo que va a prevalecer".

Al parecer, Góngora no estaba de acuerdo con aquella amorosa filosofía, ya que demandó a Ana María Orozco Castillo por fraude luego de entregarle 2 millones de pesos para que comprara una casa y ella la pusiera a su nombre. Góngora abusó del poder y traficó con influencias para que la madre de sus dos hijos, menores de edad con autismo, fuera ingresada en la cárcel de Santa Martha Acatitla siete días después de interpuesta la demanda. Góngora no pagó la pensión alimentaria que le había sido solicitada previamente.

También López Obrador dijo ese mismo día: "No podemos permitir un país en el que impere la corrupción y el cinismo". Hoy, el ex candidato presidencial debiera pronunciarse respecto al ex ministro Góngora y pedir que se investigue la corrupción imperante en el caso que separó a una mujer de sus hijos durante un año.

Ana María fue liberada al poco tiempo de que el periodista Juan Omar Fierro hiciera público el caso en el noticiario radial de Carmen Aristegui. Menos mal que ocurrió en dicho espacio, de otra manera el rayito de esperanza esquizofrénica habría acusado un complot de la minoría rapaz en su contra.

Ahora Góngora presentó un recurso de apelación contra la sentencia absolutoria. Casualmente ocurre luego de que la señora Orozco declarara que buscaría que Góngora pagara la pensión alimentaria y los cuidados especiales que requieren sus hijos con discapacidad que además de demandantes son costosos, ya que requieren de educación especial que les ayude a desarrollar habilidades para que puedan integrarse a una sociedad de por sí excluyente. Los pequeños, sin saberlo, libran una dura batalla contra su padre.

En el radar
Se cumplen cinco años de la tragedia en el New's Divine. Joel Ortega Cuevas, el impune responsable del operativo donde murieron 12 personas asfixiadas, está varios metros bajo tierra, enterrado políticamente como director del Metro del DF.

Periscopio
En un acto donde muchos no supimos si se estaba rasgando las las vestiduras o las medias, el senador Javier Corral "denunció" una transferencia directa por 300 mil pesos desde la cuenta bancaria del grupo parlamentario del PAN en el Senado a favor de Juan Ignacio Zavala. El senador Roberto Gil aclaró que fue un préstamo solicitado por él mismo y al que tiene derecho como legislador. Y, debido a que se trataba de una emergencia económica de Zavala, Gil solicitó que se realizara el depósito de tal manera. El hecho nos dice tres cosas: a Corral le encanta el argüende, habla y después averigua; ejemplos sobran. La segunda, el cuñado del ex presidente Felipe Calderón no se hizo rico durante el sexenio pasado. Juan Ignacio se vio forzado a pedir dinero prestado, una cantidad fuerte para los mortales como usted o como yo, pero cosa de risa para otros que se han robado hasta el salario de los médicos como Granier. Y tercera, Roberto Gil sabe ser buen amigo y es solidario porque el dinero del préstamo lo pagará el senador de su propia dieta.

Bitácora de lo absurdo
Según un columnista del periódico O'Globo, los seleccionados del Tri fueron a llorar su noche triste a un table dance de Sao Paulo. Así hasta dan ganas de perder, oh sí.

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