Megaproyectos y ecología

Martí Batres

OPINIÓN 20/05/2016 13:06 Martí Batres Actualizada 13:06

Los megaproyectos que impulsa la actual administración del Gobierno de la Ciudad de México han agravado la crisis ambiental por la que atraviesa la capital del país; ante este desorden ambiental y social, son muchos los ciudadanos indignados que día tras día exigen la cancelación de este tipo de proyectos, hay vecinos organizados en distintas partes de la ciudad que se han inconformado con este tipo de obras por el alto impacto ambiental que representan. 

Estamos ante una situación de crisis que se atiende con traspiés y de manera equívoca y deficiente. Un ejemplo de esto es que, tan sólo durante la actual administración de la ciudad, un 60% de los 50 mil árboles talados en la última década son responsabilidad de la actual administración, donde se llegan a talar alrededor de 15 ejemplares al día, en promedio.

La tala de árboles adquiere consecuencias criminales contra la salud de los capitalinos, ya que la única medida que ha tomado el gobierno es generalizar el Hoy No Circula que ha sido insuficiente y no ha logrado que desciendan los niveles de contaminantes. Este dato resulta alarmante en un contexto de crisis ambiental donde esta medida se ha posicionado como la única forma de combatir los altos niveles de ozono y ha provocado grandes inconformidades e inconvenientes a la población de la ciudad.

Por ello, ante tal situación, es de vital importancia preservar los pulmones de la metrópoli y para ello es obligatorio frenar megaproyectos como el de la torre que se quiere construir en la zona oriente del Bosque de Chapultepec y que significará la deforestación de mil 600 metros cuadrados de área verde.

Otra muestra de la devastación ecológica que significan las obras de alto impacto es la que se lleva a cabo en Aztecas 215, donde se busca secar el agua existente en los mantos freáticos del predio para poder construir un proyecto inmobiliario.

También están las torres que se pretenden edificar en avenida Toluca y Desierto de los Leones, a pesar de que es una zona de filtración de agua y de que no se cuenta con el cambio de uso de suelo.

El gobierno no asume su responsabilidad y carga con las consecuencias del mal manejo de la crisis ambiental a la ciudadanía, restringe la circulación en automóviles y le sigue dando manos libres a los depredadores del medio ambiente en la capital. 

Todo proyecto de alto impacto, así como los cambios de usos de suelo para llevarlo a cabo, debe ser sometido a consulta vecinal con carácter vinculante, así también deben prohibirse los cambios de uso de suelo de rural a urbano y poner límite a todo tipo de construcción cuando se afecten los equilibrios ecológicos.

No se trata de mantener paliativos como el Hoy No Circula extendido, y no basta con transparentar la información relativa a los megaproyectos, sino que se trata de cancelarlos porque constituyen un atentado a la ecología y a la ciudadanía de la capital del país. Por encima de cualquier interés privado está la salud de las personas.

El gobierno no asume su responsabilidad y carga con las consecuencias del mal manejo de la crisis ambiental a la ciudadanía, le restringe la circulación en automóviles y le sigue dando manos libres a los depredadores del medio ambiente en la capital”. 

 

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