Los asesinos del espectáculo

Gil Barrera

OPINIÓN 20/03/2017 09:54 Gil Barrera Actualizada 09:54

Estoy en Orlando, denominado el centro económico de Florida central, su estado. Este fin de semana transcurre de manera normal. Sus parques llenos, el centro con su particular fiesta para los ‘millenials’ y sus turistas, muchos de ellos argentinos o brasileños, y varios mexicanos de ‘clóset’, sí, siguen llegando los paisanos de vacaciones aunque muy pocos lo aceptan públicamente . La evidente molestia que tienen con Trump los hace guardarse queriendo que nadie los descubra. La vida artística en esta región es espectacular, los gringos para todo arman un ‘relajo’ y siguen frecuentando el llamado star system, que es mantener con rigor el trato de estrellas a sus artistas. Siempre preocupados por no bajarles el nivel, acá se preocupan por cuidar a los productos, no meterlos en una ‘licuadora’ y hacer un reencuentro para sanear sus finanzas... cuidan su mina de oro.

Este fin de semana, por ejemplo, dos de los más importantes parques de Orlando, presentaron a ZZ Top y Earth, Wind & Fire como parte del elenco de pequeños festivales para atraer turismo local y nacional, algo así como cuando en la Alameda presentaban al Acapulco Tropical hace unos 15 años. El costo por ver a estos monstruos en Orlando viene incluido en el boleto que pagas por la entrada, qué esperanzas de ir a uno de los parques en México y cuando menos ver a los Teen Tops..

En Los Ángeles, California por ejemplo, presentaron a Alejandro Fernández, Marco Antonio Solis, Tigres del Norte y hasta el holograma de Jenni Rivera en un evento que se llama L Festival, organizado por la disquera Universal Music, aunque claro que para poder verlos se debe pagar hasta 500 dólares por boleto para los dos días. Por cierto que en este evento entraron apenas 5 mil personas en un lugar para 12 mil y lo que destacó fue la molestia de Alejandro Fernández quien a al bajarse del escenario recibió chiflidos de fans de Luis Miguel.

Total que cuando vemos este tipo de eventos fuera de México lo único que nos queda es deprimirnos, sobre todo porque al final, nuestra industria del espectáculo sigue siendo ‘bananera’, la falta de empresarios audaces, de locales bien montados para eventos y el afán de meternos a Paty Cantú hasta por los poros nos siguen teniendo estancados y conste que no pongo en tela de juicio el talento de Paty, pero el afán de las empresas por, hacer menos con más es lo que está acabando con la industria.

Y ya regresando a nuestra realidad en ‘chilangolandia’, ya son muchas las quejas que hay contra Marcela Gómez, mandamás de Capital 21 por mala paga, pues dicen que tardan hasta cuatro meses en liquidar las quincenas.

Capital 21 es una frecuencia propiedad del Gobierno de la Ciudad de México y cuentan que para mejor referencia es el canal de una productora llamada Dream Works propiedad de Yuri Breña, quien se ha apoderado de la frecuencia sin pudor alguno, argumentando que genera contenido que sólo parece beneficiar a su más cercano grupo de amigos y si no, que le pregunten a Alix Bauer a quien señalan como la principal beneficiada del trabajo de Breña. Ojalá y alguien ponga orden... Por hoy es todo y nos leemos la próxima semana aquí, dónde quizá hablemos de ti.

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