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OPINIÓN 20/03/2013 04:00 Actualizada 14:23

LAS CONSENTIDAS Donde le tienen gran confianza a una constructora que es señalada por fallas en la edificación de la sede del Senado de la República, es en la Secretaría de Obras del Distrito Federal, que ayer dio a conocer que la empresa GAMI Ingeniería y Construcciones S.A. de C.V., será la encargada del proyecto de la línea 5 del Metrobús, a la cual se destinará un presupuesto de 800 millones de pesos. La compañía ha sido una de las preferidas de las autoridades locales para las obras de las diferentes rutas del sistema, pues también realizó trabajos de la línea 4 que se inauguró el año pasado y de la 1, que está en operación desde el 2005 y ahora enfrentará la prueba de construir un corredor sin concreto hidráulico; esperemos que los trabajos tengan buen termino y la superficie del Eje 3 Oriente no sufra daños con la entrada en operación de la línea, que según el secretario de Obras, Luis Alberto Rábago, no necesitará del material que se colocó en otras rutas del Metrobús para soportar el peso de sus unidades articuladas.

 

MANDA SU CARTITA Quien concluyó la primera etapa de su travesía por tierras europeas fue el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, quien acudió a la misa del inicio del pontificado del papa Francisco con quien no pudo hablar, aunque le envió una invitación para que visite la Ciudad de México a través del cardenal Norberto Rivera. De esta forma, el mandatario capitalino puso el mensaje para el Sumo Pontífice en buenas manos, tal vez acudió hasta El Vaticano para que su invitación no se perdiera en el camino.

 

LES LLEGÓ SU “SOBRE” Quienes anduvieron de estreno ayer fueron los diputados federales que recibieron ayer tabletas electrónicas como obsequio. Los aparatos, que tienen un costo de más de 5 mil pesos en el mercado, fueron entregadas a los legisladores dentro de un sobre amarillo y según cuentan en los pasillos de San Lázaro, fueron patrocinados por una compañía que tiene un contrato de telefonía con la Cámara Alta, donde el sobre no pudo ocultar ni los aparatos, ni la inquietud sobre su procedencia y el motivo por el cual se obsequiaron los dispositivos a los legisladores federales.

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