Las cuentas por congelar de Ángel Aguirre

OPINIÓN 20/02/2015 05:00 Actualizada 05:00

La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda ha solicitado a la PGR el congelamiento de cuatro cuentas bancarias del gobernador con licencia de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero.

Esta petición que fuentes de la procuraduría confirman que ya fue recibida, deriva de la investigación de la red de corrupción conformada por parientes y ex colaboradores del impresentable mandatario. Sugiere que estaría involucrado en el presunto desvío de 287 millones de pesos detectado en cuentas del erario de Guerrero, además de otros cuyo origen sería el ‘lavado’ de dinero.

Hasta donde fue posible investigar, se trata de cuatro cuentas bancarias: dos de Banamex, una más de BBVA Bancomer y otra de Santander, todas a nombre de Aguirre Rivero, quien, según la UIF, realizó en ellas depósitos con cheques de la empresa Comercializadora 2003, una de las investigadas en el desvío de recursos al erario del estado.

En la investigación —se ha informado— están involucradas 19 personas. De ellas, ya están detenidas Carlos Mateo Aguirre Rivero y Luis Ángel Aguirre Pérez, hermano y sobrino del gobernador con licencia, además de Víctor Ignacio Hughes Alcocer, ex subsecretario de Finanzas y Administración de la entidad, a quien incluso le han incautado un lujosísimo yate; y su hermano Henry Paul Hughes Alcocer.

El ex funcionario ha sido señalado como el operador financiero en el desvío de los recursos de las cuentas del gobierno estatal a tres empresas en las que sus hijos Víctor Felipe, Paulo Ignacio, Mauricio Francisco, Alejandro Carlos y Jorge Eduardo Hughes Acosta, aparecían como socios o ejecutivos.

El tema dará para más y acabará por ‘sepultar’ políticamente a Aguirre Rivero quien, por el escándalo, renunció a su militancia en el PRD, partido al que se sumó después que el PRI le negó la candidatura al gobierno de la entidad, luego de ser interino.

Por lo pronto, atiza más la hoguera en que se ha convertido Guerrero y no precisamente la increíble pira de Cocula, verdad histórica sostenida a duras penas por la PGR, de un crimen proditorio ocurrido con Aguirre en el poder y en profunda relación con la pareja Abarca, ex alcalde de Iguala y esposa, a quienes se les atribuye la autoría intelectual de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

La desaparición forzada, aún no señalada como tal, ha hecho explotar la rabia guardada por años de una población que de tan marcada por la pobreza y desigualdad, ha sido presa fácil de reivindicaciones guerrilleras, y de grupos radicales como los maestros de la CETEG y los mismos estudiantes de la normal rural, que bloquean caminos, roban camiones, se enfrentan a la Federal y lanzan petardos a los cuarteles de la región.

Guerrero está fuera de control e ingobernable. Vienen días de mucha más furia.

2. TECÁMAC. Lectores de esta columna denuncian a quien llaman el cacique de Tecámac, Aarón Urbina Bedolla, de quien aseguran se ha enriquecido en ese municipio mexiquense junto con familiares y allegados como la señora Rocío Díaz, que renunció al cargo de presidenta municipal para buscar una diputación federal. Aarón, por su parte, —aseguran— ahora quiere ser presidente municipal de Ecatepec, una nueva fuente de enriquecimiento ilícito a cargo de colonos, tianguistas y demás trabajadores.

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