A una semana del enésimo despliegue de fuerzas federales en Michoacán (no se olvide que esta es la tercera estrategia contra el crimen organizado puesta en marcha por el gobierno de Enrique Peña Nieto en ese estado), Monte Alejandro Rubido García, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, califica de eficaz el despliegue de la Policía Federal y el Ejército en los 27 municipios de Tierra Caliente para sustituir a las policías locales.

El también vocero de la Comisión para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, que desde el miércoles encabeza Alfredo Castillo Cervantes, el “apagafuegos” de Peña Nieto, considera que tan eficaz despliegue “prácticamente ha reducido a cero” el margen de maniobra de los grupos del crimen organizado.

¿Por qué, entonces, no han caído los principales cabecillas de esos cárteles?, ¿por qué no se han acercado, ni tocado siquiera, a los intereses de Nazario Moreno, El Chayo, Enrique Plancarte, El Kike, y Servando Gómez Martínez, La Tuta, principales cabecillas de Los Caballeros Templarios?, ¿por qué sólo han detenido a un par de sicarios de ínfimo nivel de mando de esa estructura delictiva si todos en Michoacán saben dónde andan y a dónde van los verdaderos capos?

Acaso será porque “ellos controlan todo, incluso tienen la capacidad de decidir quién trabaja en el gobierno o hasta quién puede cortar limón”, como le dijo hace unos días a EL UNIVERSAL el párroco de Apatzingán, Gregorio López, quien ha cobrado notoriedad en la prensa internacional que cubre la crisis michoacana no sólo por la claridad y valentía de sus declaraciones, sino porque oficia misa con chaleco antibalas y protegido por guardaespaldas.

Por eso el padre Goyo, quien por lo demás no oculta el gusto que tiene por los reflectores, dice: “Le digo a Enrique Peña Nieto que le beso los pies el día que tenga en la cárcel a Nazario Moreno, a Enrique Plancarte Solís y a Servando Gómez Martínez; no agarren a El Chiclano (en relación a Joaquín Negrete), él es el mil de Los Templarios; agarren al uno, al dos y al tres, y le beso los pies”.

Es su feligresía la que mantiene perfectamente informado a Gregorio López de todo lo que hace el cártel michoacano, lo que permite conocer con toda claridad su evolución y actual situación.

Asegura que hace una década inició la descomposición en Michoacán a partir de la expulsión de grupos antagónicos como Los Zetas y del extinto cártel de Los Valencia, en beneficio de La Familia Michoacana, cobijada por autoridades municipales y estatales durante el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel (2002-2008).

“Una vez que La Familia se transformó en Los Caballeros Templarios y se posicionó en el mercado de las drogas, inició una estrategia que se involucró en lo social, lo político, lo intelectual, lo económico, lo laboral y la aplicación de la justicia”, refiere el padre Goyo, quien considera que esa estructura les permitió acceder a circuitos sociales exclusivos para comenzar a inyectar dinero en comercios y empresas, todo eso con el apoyo de sicarios que trabajaban de la mano de las autoridades.

En suma, pues, el crimen organizado está entreverado ya con la vida cotidiana de una región, probable razón por la que no se le toca ni se le tocará.

Instantáneas

1. EJECUCIÓN. Para pasado mañana está programada la ejecución en Texas del mexicano Édgar Tamayo Arias, sentenciado a la pena capital por el asesinato de un policía. La Corte Internacional de Justicia determinó en 2004 que EU debe reconsiderar las sentencias de 51 mexicanos, entre ellos Tamayo (fallo Avena), condenados a muerte sin ser notificados de su derecho a asistencia consular. Por eso la Cancillería mexicana rechaza esa ejecución y considera que de concretarse, EU cometería una clara violación a sus obligaciones internacionales.

2. INFORME. Al rendir su I Informe como gobernador de Yucatán, Rolando Zapata convocó a todas las fuerzas políticas del estado y a los sectores productivos, sociales y académicos a un renovado pacto social encaminado a impulsar el crecimiento económico, la creación de empleos y el bienestar. Con la representación de Peña Nieto acudió a Mérida la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu.

3. INVITACIÓN. En aras de ampliar y mejorar el contenido de este espacio reitero la invitación a los lectores para que nos hagan llegar información de relevancia e interés para sus personas y comunidades. Las vías de contacto son las que usualmente aparecen al final de esta columna.