Ser feliz disminuye las enfermedades cardiacas

OPINIÓN 19/05/2015 05:00 Actualizada 05:00

SIempre hemos asociado las emociones al corazón: ‘¡Me vas a matar de un susto!'; ‘cuando lo vi se me paró el corazón'; ‘tiene el corazón de piedra'; ‘hay que dejar hablar al corazón'. ¿Cuántas veces hemos sentido acelerar nuestro corazón con las emociones fuertes, como el miedo, el enojo o el estrés? Las emociones negativas lo afectan, pero ¿sabías que la felicidad protege al corazón?

Cada vez hay más estudios que muestran que las personas que viven más contentas, con entusiasmo, con alegría, que se dan tiempo para gozar las emociones placenteras como disfrutar un paisaje o la música, que se comprometen con la vida, tienen menos riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca y mientras más positivas, menos riesgo.

Una parte de los beneficios está en la conducta de los y las felices: tienen mejores hábitos de salud, no abusan del alcohol, no fuman, no comen por ansiedad, viven con menor estrés, duermen mejor. Pero no es sólo eso.

Por otro lado, si te quieres morir más pronto, deja sin control tus emociones, vive ansioso, deprimido, desconfiado o enojado/a con todos/as y por todo; aíslate, no salgas con amigos ni parientes (si son tóxicos se justifica que no los quieras ver). Una vida así alterará la estabilidad eléctrica de tu corazón, favorecerá la aterosclerosis (endurecimiento y taponamiento de las arterias) y la inflamación celular.

Tampoco quiero decir que las personas podemos elegir si vivimos felices o deprimidas y culparnos por ello. La depresión tiene un factor hereditario importante y hay ambientes que no favorecen estar pensando positivamente todo el tiempo. Sin embargo, el bienestar es algo que se puede cultivar en nuestras vidas, para algunos es más fácil, para otros es un verdadero reto que vale la pena intentar.

Las claves de una vida más feliz

· Ser agradecido con lo que se tiene, hazlo un ejercicio diario, busca momentos. Aun cuando se pierde, se conserva algo importante.

· Ser optimista, tener la perspectiva de que cosas buenas pasarán. Claro, no basta con pensar que lo bueno ocurrirá, nada cae del cielo. Pensar que saldrán bien nos anima a entrar en acción, emprender. Si creemos que saldrá mal, entonces nos inmovilizamos y dejamos pasar las oportunidades.

· Red de apoyo y lazos de afecto con la familia y amigos/as.

· Saber que los malos tiempos pasan y aprender a manejar el estrés con meditación, yoga o relajación.

· Evitar las conductas de riesgo o autodestructivas como sexo sin protección, abusar del alcohol, conducir sin cuidado o bajo los efectos del alcohol, fumar y otras adicciones.

· Tener una vida sana con una alimentación adecuada y ejercicio regular. El ejercicio produce endorfinas que nos ayudan a sentir bienestar y protegen de la depresión.

· En caso de cambios en el estado de ánimo por más de 10 días, acudir al médico para identificar y, en su caso, tratar la depresión o angustia.

Frase de la semana: "Los mejores médicos del mundo son: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría". Jonathan Swift

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