¡No puedo dormir!

OPINIÓN 19/03/2013 04:00 Actualizada 19:40

Sabemos que es esencial dormir bien para el bienestar físico, emocional y mental. Aun así, muchas personas que tienen problemas relacionados con el sueño y la falta de éste no reciben tratamiento y en ocasiones ni siquiera son conscientes de la gravedad de este padecimiento.

En esa situación se encontraba Alberto, un hombre de 30 años que comenzó a tener problemas para dormir. Había estado teniendo mucha presión en el trabajo y graves problemas familiares. A veces no podía conciliar el sueño hasta muy avanzada la noche y en otras despertaba en la madrugada sin poder volver a "pegar el ojo" el resto de la noche.

Lo primero que notó, no sólo él sino también sus compañeros de trabajo y amigos, fueron cambios en su estado de ánimo e irritabilidad. Pensó que en cuanto se resolvieran sus problemas familiares todo volvería a la normalidad.

Probó con algunos tés para relajarse y dormir, sin llegar a conseguirlo. Conforme pasaban los días, las semanas y los meses, sin tener un sueño reparador, comenzaron a aparecer poco a poco la apatía, la dificultad para recordar algunas cosas, la imposibilidad de concentrarse en el trabajo. Los demás notaban que expresaba poca emoción, como si algunas de las funciones de su cuerpo se hubieran detenido. Acudió a un médico, que le recetó fármacos con los que pudo dormir, sobre todo al principio. Descubrió más adelante que cada vez necesitaba una mayor dosis para que hicieran efecto. No fue hasta que empezó a quedarse dormido sentado, parado, experimentando microperiodos de sueño con imágenes que parecían alucinaciones, que decidió buscar ayuda profesional.

Acudió a una clínica especializada en trastornos del sueño, donde adquirió una serie de herramientas para poder lidiar con su insomnio. Aprendió técnicas de relajación. Escribió diarios para descubrir sus patrones de sueño: el tiempo real y la calidad de las horas que dormía, y el tiempo que tardaba en quedarse dormido. Descubrió la importancia de crear un ambiente que propiciara el sueño y de tomarse una hora extra para bajar su ritmo antes de dormir o para plasmar sus preocupaciones o planes del día siguiente en un papel (y así quitárselas de la cabeza).

Una de las cosas que más le ayudó para finalmente gozar de un sueño reparador, fue revisar las ideas que perpetuaban sus problemas con el sueño. Algunas de esas ideas eran: "Tengo que dormir ocho horas esta noche", "Sólo puedo dormir si tomo medicamento", "No podré funcionar mañana si no duermo en este preciso momento". Al tener estos pensamientos, Alberto se presionaba para quedarse dormido, lo que generaba en él mayor ansiedad y mayor dificultad para dormir.

Sus terapeutas le ayudaron a pensar acerca de su dificultad para dormir de otra manera: a ser realista con respecto a su insomnio; a no "programarse" para pensar que una noche sin sueño tendría terribles consecuencias, sino a verlo en su justa dimensión; a conocer los proceso del sueño, a no atribuir al insomnio todas las dificultades del día; y a desarrollar cierta tolerancia a los efectos derivados de no dormir. Su mayor lección fue aprender, por experiencia propia, que con el tratamiento psicológico y farmacológico adecuados, con la aparición temprana de los síntomas, es posible evitar los daños que el insomnio puede causar a la salud.

CITA:
"Las personas que nos dicen que duermen como un bebé no suelen tener ningún hijo"
LEO J. BURKE


DATO INTERESANTE:

Un estudio realizado por la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM (Hospital General) demostró que el insomnio afecta al 36 por ciento de la población mexicana. (www.siempre.com.mx)
Contacta a la clínica: 56-23-26-85 al 90

RECOMENDACIONES
Insomnio
Autor: Javier Cotelo Vila
Editorial: Océano-Ambar
Este libro pretende servir de guía para aquellas personas que tienen problemas para dormir.

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