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OPINIÓN 18/10/2013 05:00 Actualizada 05:00

LA RUTA DE LOS MAESTROS Ayer, los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, marcharon con la intención de llegar a la Cámara de Diputados. A diferencia de otras ocasiones, los maestros que permanecen en plantón en el Monumento a la Revolución caminaron por el Eje 1 Norte, y no por Fray Servando, para incorporarse por Congreso de la Unión al recinto de San Lázaro. En el barrio de Tepito se toparon con pared y no es buen síntoma lo que ahí paso. Los marchistas fueron agredidos por habitantes del Barrio Bravo, quienes les gritaron que se fueran de la ciudad, contagiados de un hartazgo emanado no se sabe de dónde y sintiéndose dueños de las calles, porque los maestros han invadido otra parte de la ciudad y no las aceras de Tepito, que siguen siendo “propiedad” de los comerciantes.

A SU CONVENIENCIA Ante el incumplimiento que se avecinaba, el Senado de la República aprobó una reforma que amplía un año más el plazo para la certificación policiaca en la Federación y los estados, cuyo plazo vencería el próximo 29 de octubre. Ese tiempo será usado para definir un nuevo modelo de certificación más eficaz, confirmó el presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Omar Fayad (PRI). La reforma fue avalada con 83 votos a favor, y uno en contra, y pasó a la Cámara de Diputados. Esta es la segunda prórroga ya que a finales del año pasado se avaló dar 10 meses más para la certificación. Y mientras, seguimos sin policías capacitados.

LLEGA EL OLVIDO Un mes ha pasado desde que las lluvias provocadas por la tormenta Manuel, sepultaron a decenas de personas en la comunidad de La Pintada, en Guerrero, un pueblo que salió del anonimato, lo ubicó en el mapa, pero que ahora de nuevo ya no está; estos días, las promesas han sido borradas por el olvido de los funcionarios. La ayuda ya no llega y casi solos, los habitantes buscan salir adelante, al menos en esta población, lejos de las cámaras que permanecen en Acapulco o algunas en Chilpancingo. Tendrán que venir más tragedias, más muertes o más desgracias para que la vista se dirija de nueva cuenta a la sierra guerrerense.

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