Te impactan ‘los de cera’

OPINIÓN 18/09/2015 05:00 Actualizada 05:00

De tacos callejeros todos sabemos. Y es que los mexicanos somos muy conocidos por nuestra fascinación al buen comer banquetero, al cubierto por lonas, al adornado por la pinta de ‘changarro’.

Sí, ese rodeado de automóviles, perros hambrientos y marcos de metal, donde lo único que nos importa es recibir en la mano un generoso taco de carne jugosa, cubierto con su respectiva cebolla, salsa y limón.

En México, puestos de tacos de banqueta los hay de todo tipo y con todos los nombres posibles. Pero a estos les dicen “los tacos del museo”, “los de la lona roja” y hasta “los de cera”. De sus clientes, ninguno conoce su verdadero nombre, pero todos reconocen su auténtico sabor. Pues los “Tacos Gaby” se han vuelto leyenda en Londres desde hace poco más de 15 años.

No, no necesitas ir a Europa, basta con irte de turista al Museo de Cera del Centro de la ciudad, para encontrarte con ellos.

Sobre su trayectoria pocos saben: entre vecinos, clientes y encargados del lugar se dice que empezaron sobre la misma calle, pero en la esquina contraria.

Ahí, un pequeño puesto improvisado con un comal comenzó a preparar quesadillas asadas; de tinga, de queso, chicharrón y flor, sus tortillas sin grasa fueron aclamadas.

Del diminuto negocio sacaron presupuesto para preparar en mayor cantidad. Entonces, las porciones se volvieron más dadivosas, las dimensiones más voluminosas y el bistec en taco hizo su aparición estelar. La lona roja era su distintivo habitual, pero la competencia llegó a su lado con una lona igual.

Aunque no es difícil reconocerlos cuando más de 15 personas rodean su coraza de metal, y los montones de gente no te hacen dudar sobre cuáles son los tacos a los que tienes que apuntarte para el agasajo.

Ahora, frente a la fachada del museo, justo cruzando la calle, las tradicionales quesadillas a la plancha con las que empezaron siguen complaciendo a sus viejos clientes; gorditas de chicharrón rellenas de bistec y requesón también se halagan como especialidad.

La magnitud de sus tacos es casi monstruosa, pues sus enrollados de carne de res son casi redondos, casi perfectos, casi del tamaño del plato circular en el que están servidos y tienen trozos de carne suficiente como para desbordarse de la doble tortilla en la que está servida.

La proporción desmesurada no te invita a comer un taco más. Con uno basta, aunque parezcan engañosos. Por eso, entre el récord del puesto se cuenta el de una persona quien se atrevió a devorar cinco de su especialidad.

Pero es justo cuando añaden papa, cebolla y nopal que tu taco se convierte en un exuberante callejero fuera de lo habitual.

El taco por el que pierdes la cabeza con su tamaño colosal es el campechano, servido con bistec jugoso y tostado a la plancha, chorizo, nopal fresco, papa y un gratinado de queso que se esconde entre cada rincón de la carne. Sin dudar, te enamora por grandote y sabrosón.

PALADARES

"Estos tacos tienen muy buen sabor. El tamaño es suficiente, están muy bien servidos y según la combinación, cambian. Mi favorito es de pechuga, queso y papas". Demetrio Silva Cliente.

"Yo trabajo acá en la esquina y tiene 10 años que vengo. Son económicos, el sabor en sí y el tamaño que es muy grande. El mejor es el campechano, el de bistec con chorizo" Omar Mereles,
Comensal.

DÓNDE

Visítalos de lunes a sábado de 8:00 am a 5:00 pm sobre la calle Londres, justo frente al Museo de Cera, en la delegación Cuauhtémoc.

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