Ángel de María Soto Zárate, educadora de preescolar, de 23 años, salió el pasado 11 de julio desde Xalapa, Veracruz, con destino a Río de Janeiro, Brasil. Su motivo era asistir a la Jornada Mundial de la Juventud y escuchar al papa Francescum. Al aterrizar en Lima, Perú, la maestra Ángel de María le fue robado el pasaporte (primer signo de que hubo una intención previa) y fue deportada de regreso a México. Sería interesante saber si la embajada de México en Perú asistió legalmente a la maestra para quizá ofrecerle una reposición de pasaporte. Evidentemente no fue así.

Entonces alguien sembró una maleta que contenía 10 kilos de coca a nombre de la deportada. A pesar de que Ángel de María negó la propiedad de la maleta, a la veracruzana le abrieron la averiguación previa número PGR/DDF/SCZ/AIM/375/2 y fue enviada al penal de máxima seguridad en Tepic, Nayarit. La ilusión de conocer al Papa quedó absolutamente fuera de toda posibilidad.

El caso indignó a organizaciones de la sociedad civil y organizaciones católicas; también una buena cantidad de usuarios en las redes sociales comenzó a circular lo indignante del asunto. Finalmente ayer, la Procuraduría General de la República se desistió de ejercer la acción penal contra Soto Zárate y dejarle en libertad inmediata al no contar con elementos que prueben la propiedad y el origen de la misteriosa maleta.

Ayer por la mañana, la prensa preguntó al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, su posición respecto a Soto y se salió por la tangente. Dejó que el problema de la maestra peregrina de 23 años fuera llevado por las manos de las autoridades competentes. En esta ocasión, el procurador Jesús Murillo Karam le ganó la jugada a JaviDú al otorgar un perdón fast track. Pero el verdadero milagrito se lo podría colgar el mismo Papa.

La Jornada Mundial de la Juventud inicia el próximo 23 de julio y si la maestra se anima a retomar el viaje seguramente alcanzaría a coincidir con el Papa el día 24 en el santuario Nacional de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida y contarle su amarga experiencia.

En el radar

En la Comisión Nacional para los Pueblos Indígenas (organismo descentralizado de la Sedesol) optaron por recursos materiales de lujo para combatir el hambre: tres sillas ejecutivas de la marca Vitra por 8 mil dólares para la oficina de su directora, Nuvia Mayorga. El precio podría parecer una ganga si esto fuera el principado de Mónaco. Pero no, se trata de un país con 50 millones de pobres y contando. Las sillas de 8 mil dólares son un pequeño ejemplo del irresponsable dispendio. Los 2.7 millones de pesos para renovar la oficina del despacho de Mayorga son proporcionalmente injustos a las condiciones en las que viven millones de mexicanos.

Periscopio

El presidente Enrique Peña le dio el día de ayer un segundo aire a la Cruzada contra el Hambre al presentar una evaluación del conjunto de programas sociales en Mártir de Cuilapan, Guerrero. Más allá de las viejas formas de la liturgia política priísta, donde destaca el aplauso generalizado como sonido de matraca, el discurso de la secretaria Rosario Robles también se escuchó renovado. Ya no habla de beneficiarios sino de empoderar al ciudadano; la Sedesol no busca repartir despensas sino impulsar proyectos productivos. No hay que perder de vista la inclusión en Sin Hambre de la Secretaría de Educación Pública con Conaculta como avanzada.

Bitácora de lo absurdo

Intolerancia a la frustración en la Secretaría de Salud. En horas de oficina, un trabajador apuñaló con un cúter a seis de sus compañeros. A la dependencia que encabeza Mercedes Juan López le urge un curso de manejo de estrés y tolerancia a la frustración. La disputa ocurrió porque el atacante no quería que le cambiaran una computadora personal que tenía bajo resguardo y se puso peor que el Gollum en El señor de los anillos de Tolkien. Quizá El Gordo tiene razón: la tecnología enloquece a las personas.

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