Fausto y Lino

OPINIÓN 18/06/2014 05:00 Actualizada 05:00

Fausto Alzati es acaso el único funcionario público que ha sido cesado dos veces de la Secretaría de Educación Pública: En 1995, lo corrió Ernesto Zedillo por mentiroso y el lunes pasado, Enrique Peña Nieto por censor e intolerante.

Ni tres meses completó como secretario de Educación Pública de Zedillo este hombre que se ostentaba y firmaba, sin serlo, doctor por la Universidad de Harvard.

Cuando se documentó lo referido, el entonces Presidente concluyó que el secretario de despacho que daba fe en el país de los grados académicos no podía hacerse pasar por lo que no era y entonces el apócrifo doctor Alzati fue cesado. En el imaginario popular quedó registrado como “Falzati”.

Corrido de la administración pública federal hizo lo necesario para obtener su grado doctoral y regresó con él al gobierno de Vicente Fox. La actual administración priísta lo rescató y envió a la Dirección General de Televisión Educativa (DGTVE) donde no duró ni 54 días.

En el vestíbulo de esa dependencia se montó el viernes pasado una exposición de la muralista y poeta de Parral, Aurora Reyes. En la inauguración estaba Alzati. El actor y nieto de la artista, Héctor Godoy, inició la lectura de un poema escrito por la chihuahuense en 1948, dedicado al ya en ese momento ex presidente Lázaro Cárdenas. Se llama “Hombre de México” y su contenido realza la defensa del país y sus recursos naturales.

Leía Godoy: “¡Desolada bandera!, Otra vez Patria suave… Ya vienen otra vez los mercaderes. Ya vienen a llevarse tu riqueza, tus cándidos tesoros”. Entonces Alzati espetó: “¡Basta!, no escucho más” y dio por terminado el evento. Y luego, al argumentar tal decisión, hizo saber que el poema de Reyes ofendía a Peña Nieto. Algunos asistentes grabaron y filtraron un alegato que permitía escuchar una voz pastosa, barrida por un probable exceso en la bebida: “¡Viva Peña Nieto! ¡Viva Peña Nieto!” Y exigía: “¡Grítenlo, grítenlo!, ¡Quien está contra el Presidente está contra mí!” Después la pérdida total de cualquier control: “¡Aurora mis huevos!”.

Alzati siguió por Twitter: “Si así defiendo a mi Presidente borracho, cómo lo defenderé sobrio”, pero alguien debe haberle sugerido cambiar de tono porque a través de esa misma red social diría después que no censuró a nadie, que simplemente evitó que se continuara con algo que no estaba programado y que no se le notificó. Y más adelante: “No estaba borracho, estoy agripado”.

Alzati fue cesado el lunes pasado. La SEP lo hizo a través de un escueto comunicado en el que jamás explicó las razones. Ayer fue nombrado el periodista Gustavo Lomelí, director general de Televisión Educativa. A Alzati lo perdieron la soberbia y sus excesos. Después se enredó solito en las redes sociales.

Otro enredado en esas redes, pero sin que nadie lo haya tocado ni con el pétalo de una rosa, es Erwin Lino Zárate, cercanísimo y poderoso secretario de Peña Nieto.

En su cuenta de twitter @Erwin_Lino apareció la imagen de un avión que en la parte alta de su fuselaje lleva un nutrido grupo, como lo hacen los migrantes indocumentados en el ferrocarril conocido como La Bestia.

La imagen eran acompañada por el siguiente texto: La Selección de Honduras llegando a Brasil. Semejante bromita, que es más una falta de respeto, dio lugar a que el twit se borrara y Lino Zárate, también por ese medio, dijo que su cuenta había sido hackeada, que alguien la había utilizado para subir la referida imagen y que, de cualquier manera, ofrecía una disculpa.

Tal es esta inverosímil explicación de otro hombre de poder que, sin importar partido, incurren en excesos acostumbrados a la impunidad.

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