¿Eres esclavo de tus emociones?

OPINIÓN 18/06/2013 18:10 Actualizada 18:10

Nadie es perfecto. Ocasionalmente, nuestras emociones nos sobrepasan. Sin embargo, algunos son dominados por sus impulsos. Averigua si es tu caso. Descubre, en los siguientes signos, si eres esclavo de tus emociones:

Actúas impulsivamente
Hay una diferencia entre reaccionar y responder. Reaccionar es actuar de manera impulsiva, sin pensar. Es dejarse llevar por la emoción, actuar desde las vísceras. Responder implica tomarse el tiempo para procesar las emociones y analizar la situación, para después dar una respuesta equilibrada: emocionalmente inteligente. Si reaccionas a muchas de las situaciones en tu vida, entonces eres esclavo de tus emociones. Dejarte llevar por tus pasiones puede sacar la peor parte de ti.

Te arrepientes de tus acciones
Es probable que en el momento de reaccionar visceralmente te sientas bien, aunque no sea lo mejor para ti y los demás. Es después de haber tenido una explosión emocional (usualmente enojo, agresividad, un berrinche o un gran drama), que te sientes avergonzado, arrepentido o enojado contigo mismo por cómo actuaste. Con seguridad, desearías poder retroceder en el tiempo y evitar el episodio de rabia, celos o desesperación. El remordimiento y la culpa posteriores a una rabieta indican que has perdido el control de tus emociones.

Tu forma de actuar es dañina
Tendemos a evitar a quien tiene dificultad para manejar sus emociones. Puesto que su reacción es impredecible, nos sentimos inseguros en su compañía. Si a menudo tienes arrebatos podrías estar "contaminando" el ambiente y afectando negativamente a quienes te rodean. A veces ni siquiera es necesario que tengas una explosión emocional, basta con tener una actitud desagradable para enviar energía negativa a tu entorno.

No puedes dejar de pensar en tu reacción emocional
Rumiar acerca de lo ocurrido es un signo de que reaccionaste, no respondiste. Sientes agobio y pesadumbre por haber herido o insultado a alguien más y por haber dañado la relación.
Si pierdes control de tus emociones, éstas te dominan. Pero también estás subordinado a ellas si no las expresas. Cuando las reprimes, continuamente repasas lo sucedido y te sientes mal por no haberte expresado. Al final del día, podrías terminar con una gran carga emocional, una causa común del insomnio. Pensar una y otra vez en lo que debías haber dicho a tu jefe, tu compañero de trabajo o tu familia es un signo de que necesitas aprender a decir lo que sientes, claro está, de manera saludable y respetuosa.

Sigues actuando impulsivamente
La mayoría aprende de sus reacciones emocionales desproporcionadas. Hay quienes encuentran más difícil el aprendizaje e insisten en reaccionar. Si éste es tu caso, es muy probable que tus emociones te dominen. Aprender a responder emocionalmente no significa que nunca pierdas la cabeza, sino que actúes en proporción al evento con tanta frecuencia como sea posible. Quienes son dueños de sus emociones pueden hablar acerca de ellas de manera constructiva, en el momento apropiado. ¿A qué emociones necesitas poner atención? ¿Reaccionas visceralmente o respondes en proporción a cada situación?

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CITA:
La habilidad de hacer una pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto aprendizaje crucial en la vida diaria"
DANIEL GOLEMAN, PSICÓLOGO ESTADOUNIDENSE

DATO INTERESANTE:
La capacidad de manejar las emociones y de comunicarlas adecuadamente son requisitos indispensables para poder desarrollar un proyecto educativo con éxito. (educaweb.com)

RECOMENDACIONES:
Desarrolla tu inteligencia emocional
Autor: Pablo Fernández Berrocal
Editorial: Kairós
Sinopsis: El autor define qué es la inteligencia emocional y cuáles son sus aplicaciones en la vida diaria.

 

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