Internet y el mal logrado satélite

OPINIÓN 18/05/2015 05:00 Actualizada 05:00

LA conmemoración ayer del Día Mundial de Internet es ocasión propicia para rescatar algunos datos duros de la situación de nuestro país respecto al alcance y uso de esa herramienta tecnológica que, para bien y para mal, le ha cambiado el rostro y lo seguirá haciendo, a las sociedades actuales.

De acuerdo con el Inegi, poco más de 47 millones de mexicanos de seis años y más, son usuarios de internet. Esto representa 475 del total de la población o, dicho de otra forma, casi la mitad. Planteado así, hablamos de un porcentaje nada despreciable, pero planteado al revés, más que insuficiente: 53% de los mexicanos, poco más de la mitad, aún no tienen acceso a internet.

El carácter casi indispensable de esa tecnología lo avalan estas otras estadísticas: durante los últimos nueve años, la tasa promedio anual de mexicanos que se han incorporado al internet es de 12.5% y diez millones 800 mil hogares tienen conexión. Más de la mitad de ellos se conectan a través de una red instalada en sus casas, y las tres cuartas partes (74.2%) son cibernautas que tienen menos de 60 años. Nueve de cada diez cuenta con al menos una red social, nueve de cada diez se conectan por lo menos una vez a la semana, con un promedio diario de cinco horas, siendo el viernes el día en que más la usan.

En comparación con países más desarrollados o, incluso, con similares al nuestro y con los que comerciamos, el porcentaje de mexicanos con acceso a internet aún es limitado. Quizás la estructura monopólica de ese mercado (primero pública y después privada) haya limitado la capacidad de ofrecer conectividad (disponibilidad de “fierros” para que uno pueda conectarse con una computadora o un teléfono móvil inteligente). Hay amplias zonas que no la tienen y, por cierto, esa disponibilidad iba a ser ampliada con el satélite “Centenario”, cuya colocación en órbita no se concretó el sábado pasado por fallas en el cohete “Protón” de la empresa ruso estadounidense “International Launch Services (ILS)”, que opera desde el cosmódromo de Baikonur, en la ex república soviética de Kazajistán. El cohete estalló y sus fragmentos y los del satélite mexicano se esparcieron en territorio siberiano.

Pero le decía: el satélite Centenario (que el seguro contratado deberá reponer en el transcurso de los próximos tres años), iba a prestar el servicio de ampliar la conectividad (para garantizar ese derecho que se elevó a rango constitucional en la reforma de telecomunicaciones), además de ofrecer la operación de dispositivos de comunicación satelital móvil para tareas, sobre todo, de seguridad nacional.

El gobierno federal, según informó tras el fallido lanzamiento, pretende atender tales servicios con el satélite Morelos 3 ,que se estima será lanzado en octubre próximo desde Cabo Cañaveral, Florida.

2. LA CONFERENCIA de prensa que dio el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza el sábado en la mañana, fue en Hermosillo porque el secretario presenció el lanzamiento desde el Centro Satelital mexicano, ubicado en la capital de Sonora. De hecho, la conferencia estaba prevista, sólo que para informar que el lanzamiento había sido exitoso.

3. CESADO. Ya rodó la primera cabeza del escándalo de corrupción entre OHL México y el gobierno del Edomex en la construcción del Viaducto Bicentenario. Apolinar Mena Vargas, hasta ayer secretario de Comunicaciones del gobierno de Eruviel Ávila fue multado con 189 mil pesos y su renuncia aceptada. Mena Vargas aparece en las grabaciones filtradas a los medios en que ejecutivos de OHL y funcionarios del Edomex hablan de sobrecostos en la tarifas del inconcluso Viaducto. A Mena Vargas se le escucha en presunta gestión y posterior aceptación de unas vacaciones pagadas por OHL en un hotel de gran turismo en Cancún. Este asunto tiene mucho fondo y ya veremos hasta dónde se llega.

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