El pasado 9 de abril, en la Ciudad de México se firmó el Pacto Político de Unidad con Andrés Manuel López Obrador. El acto, celebrado al pie del Monumento a la Revolución, sirvió para que el líder de Morena dirigiera un mensaje a las clases medias y a los empresarios.

De entrada, López Obrador anunció que si gana la presidencia de la República no habrá aumentos de impuestos, lo que beneficiará principalmente a los profesionales que trabajan por su cuenta, a los pequeños y medianos empresarios y a los comerciantes que han sido castigados con gravámenes tanto por Felipe Calderón, como por Peña Nieto. Esta medida también beneficiará a los trabajadores, pues se busca que facilite la apertura de nuevas fuentes de empleo.

Asimismo, anunció que su modelo de gobierno incluye también a las empresas. Recordó que en su periodo como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México por cada peso de inversión pública, la iniciativa privada invirtió 30 y anunció que este modelo se replicará en todo el país.

Lo que plantea AMLO es unir esfuerzos entre la inversión pública y la inversión privada sin dejar de tomar en cuenta al sector social de la economía. Esta concepción incluyente de la economía no se ha visto en México al menos desde principios de los años 80 en que se adoptó el credo neoliberal en el gobierno.

Lo planteado por López Obrador en el Monumento a la Revolución significa la posibilidad de contar con un gobierno que no renuncie a su obligación de generar crecimiento, empleos, bienestar, paz y tranquilidad y que en esta tarea incluya también a todos los sectores de la economía.

La propuesta se da en el contexto en el que distintos actores ligados al PRI y al PAN han intentado reavivar campañas de miedo en contra de un posible triunfo de AMLO.

Sin embargo, como podemos ver en las redes sociales, sectores como los banqueros ya no manifiestan temor ante un cambio de gobierno.

En realidad, quienes han vacunado a la sociedad contra las campañas de miedo para difamar a López Obrador son los mismos priístas y panistas, pues ha quedado claro que el país no puede estar peor que con los gobiernos de Calderón y Peña Nieto.

Los errores y los horrores de las últimas dos administraciones han terminado por curar del espanto también a los inversionistas que se han visto afectados por la ola de violencia, inestabilidad, corrupción y aumentos de impuestos de los gobiernos del PRI y el PAN.

Por eso, el mensaje de AMLO en el Monumento a la Revolución no es definitivamente para dar miedo es para dar gusto. Que un dirigente político se proponga encarrilar al país por la senda del progreso incluyendo a todas las clases sociales, sin duda es una buena noticia.

Los errores y los horrores de las últimas dos administraciones han terminado por curar del espanto también a los inversionistas que se han visto afectados por la ola de violencia, inestabilidad, corrupción y aumentos de impuestos de los gobiernos del PRI y el PAN”.