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OPINIÓN 18/04/2013 01:00 Actualizada 01:00

POCAS ESPERANZAS El que no parece muy confiado de que el conflicto magisterial de Guerrero pueda tener una solución en los próximos días, es el gobernador Ángel Aguirre, quien prefirió cancelar el informe que tenía programado para el próximo 23 de abril. Resulta que el mandatario comenzó a enviar una misiva a los invitados a su informe, para enterarlos de que este se suspenderá y aunque no se revelaron las causas de su decisión, las razones sobran, pues la calma se ha ausentado durante varias semanas de la ciudad de Chilpancingo, donde los maestros sitiarán hoy el Congreso para exigir que se modifique la Ley Estatal de Educación. Al parecer, el conflicto va para largo y el gobernador mejor optará por no aparecer en público, al menos durante los próximos ocho días.

LE PONEN FALTA Quien tampoco quiso aparecer en público ayer, fue la maestra Elba Esther Gordillo, pues no asistió a la primera audiencia del proceso penal que se le sigue en un juzgado del Reclusorio Oriente, de acuerdo con las primeras versiones de sus abogados, la profesora se encontraba indispuesta debido a su estado de salud, por lo cual no acudió a la diligencia que se prolongó durante más de ocho horas en las que su defensa confirmó la solicitud de amparo en contra de la orden de aprehensión que se dictó en contra de la ex dirigente magisterial. Horas más tarde, el gobierno capitalino reportó que el estado de salud de Gordillo es estable y que hasta ahora no ha sufrido complicaciones de los padecimientos crónicos que padece.

PIDE RESPETO Donde plantearon cambiar los métodos con los que se separó del cargo a la rectora Esther Orozco, fue en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Resulta que el rector interino, Enrique Dussel, señaló que grupos minoritarios tratan de interferir en la institución, cuyas reglas sólo pueden modificarse desde el interior de la casa de estudios, si esa fuera la política que se aplica en la UACM, Dussel seguramente no ocuparía el cargo que le fue asignado después de que diferentes grupos políticos del PRD metieron su cuchara con tal de sacar a Esther Orozco de la institución e, incluso, tomar el control de los recursos de la universidad.

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