Un carnal llamado Marcelo

OPINIÓN 18/03/2014 05:00 Actualizada 05:00

La noche del 19 de enero de 2012 a Marcelo Ebrard no le salían las cuentas. El delfín Mario Delgado no había logrado prender en las encuestas internas del PRD para ganar la candidatura a jefe de gobierno del DF, a pesar del derroche de recursos para posicionar su imagen entre el electorado. La popularidad del entonces procurador capitalino subía por su mero encanto y un discurso aparentemente inteligente, que garantizaba mantener a raya al crimen organizado de la capital.

En la realidad, Mario Delgado conocía la ciudad y sus problemas desde la frialdad de las estadísticas y la canalización de recursos en la Secretaría de Finanzas. Además,Marcelo Ebrard tenía frente a sí la rebelión de Alejandra Barrales, que amagó con desconocer los resultados de la encuesta, llevó la negociación al límite con Ebrard y finalmente aceptó su derrota a cambio de un escaño en el Senado de la República. Esa noche, Marcelo Ebrard depositó su capital político, que no era poca cosa, en la figura de Miguel Ángel Mancera.

Marcelo Ebrard pensó que podría manipular a Miguel Ángel Mancera como lo habría hecho con su entrenado Mario Delgado, craso error. Ebrard no se cansó de humillar al jefe de gobierno en la manera de implementar un maximato que "legítimamente" le correspondía por haber cedido en sus aspiraciones presidenciales en favor de López Obrador. Marcelo nunca consideró que el PRI buscaría sacar provecho del perfil, más que ciudadano, apolítico de Mancera.

Sin menoscabo del riesgo en que se colocó a miles de usuarios del tramo cerrado de la línea 12, el anunció dejó en evidencia el nivel de corrupción, recurrente en todas las áreas de la administración anterior. Pero también fue un manotazo que aturdió las aspiraciones de Marcelo a dirigir el PRD y que tiene repercusiones hasta la elección presidencial de 2018. El gobierno federal priísta, del que se nota la mano detrás del ingenuo jefe de gobierno, nos demuestra no sólo que extrañaba el poder, sino que tampoco se ha olvidado de su uso. Y así, aturdido, Marcelo se adelantó a dar explicaciones de la fiabilidad de la línea 12 con papelitos que nada pueden hacer frente a la condición de los rieles al borde del colapso. Expresiones que fueron interpretadas como derroches de cinismo y soberbia. Apenas unos días antes del colapso de la línea 12, Mancera presidió la reunión anual de la Comunidad de Metros del Mundo (Comet), integrada por los 15 sistemas de transporte más importantes del planeta, ahí dijo que el Metro cumple con los estándares de calidad ambiental mediante la reducción del consumo de energía eléctrica y de seguridad de los usuarios. ¿Tan mal informado estaba de la situación de la Línea Dorada o lo estaba ocultando?
Ante la fatalidad de los hechos, Marcelo tiene pocas opciones; acusar un complot en su contra, tan efectivo en el pasado o alegar como en choque de borrachos que a la línea 12 no le dieron mantenimiento en este tiempo. El revés definitivo para el otrora carnal de las izquierdas es que los dictámenes en progreso lancen como resultado la inutilidad definitiva de las estaciones que hoy permanecen cerradas.

Periscopio

Algunos podrían decir que Manuel Mondragón y Kalb se convirtió en un damnificado más de la línea 12, lo cierto es que su renuncia representa el rompimiento de cualquier pacto entre el PRI y el grupo de Marcelo Ebrard. También es verdad que la lógica de cuadrantes de Mondragón sólo aplica a regiones urbanas y en el apremiante caso de Michoacán resulta inoperante.

En el radar

Que la misión de Luis H. Álvarez en la campaña de Ernesto Cordero se acerca más a la de un sepulturero que buscará acompañar a su candidato a procesar de buena manera su inminente derrota.

Bitácora de lo absurdo

En el padrón de la SETEC de capacitadores certificados para la implementación de la reforma procesal penal existen varias deficiencias en la información del perfil profesional de los encargados de tan importante labor. Cuentan algunos expertos en el tema que hay una epidemia de espontáneos que sólo buscan hacer negocio, hacer como que capacitan y que los problemas de fondo se resuelvan "sobre la marcha".

Seguimos el debate en Twitter: @LeoAgusto

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