Rencor social

OPINIÓN 17/12/2014 05:00 Actualizada 05:00

Alarmantes expresiones de odio social aparecen cada vez con mayor frecuencia en medio de la ingobernabilidad que ha traído la crisis de los desaparecidos de Ayotzinapa.

Dos de esas expresiones se vieron en Guerrero apenas el fin de semana pasado, coincidiendo con la publicación de una investigación periodística de la revista Proceso que le da un vuelco a la versión de la PGR sobre lo ocurrido en Iguala la madrugada del 26 al 27 de septiembre pasado, al plantear, con el respaldo de documentos, videos y testimonios, que agentes de la Policía Federal y efectivos del Ejército habrían participado en el ataque y posterior desaparición de los normalistas.

La información periodística debería tomarse en cuenta en la investigación ministerial, para que sea un proceso judicial el que determine la verdad histórica de lo ocurrido. El sistema responsable de ese proceso está documentadamente corrompido y adolece de credibilidad en la sociedad, pero es el que por lo pronto tenemos.

En medio de esto, la versión periodística de Proceso abona a la crispación, lo que, desde luego, no es de recriminar, pues el semanario cumple con su función, pero al hacerlo, atiza inevitablemente a la irritación.

Las organizaciones que han escalado sus protestas conforme pasa el tiempo sin que se sepa de los jóvenes de Ayotzinapa y aparecen casos en los que las más alta autoridades del país son sospechosas de tráfico de influencias y conflictos de interés (las casas de Angélica Rivera y de Luis Videgaray, por citar dos ejemplos), canalizan esa irritación contra quienes tienen la encomienda de contenerlos mediante el uso legítimo de la fuerza, en este caso los policías federales. Al hacerlo, dejan ver un rostro de intolerancia y su proclividad totalitaria que, a pesar de los agravios sufridos, no es conveniente ni para ellos, ni para un cuerpo social que tiene en la libertad la piedra de toque de sus aspiraciones de bienestar y felicidad.

Fue así que el sábado en la madrugada, embozados identificados con el Movimiento Popular Guerrerense (MPG), derivación más radicalizada (¡uf!) de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación de Guerrero ( CETEG), irrumpieron en un hotel de Chilpancingo para sacar a tres federales a los que flagelaron y golpearon, ocasionándole a uno de ellos una fractura de cráneo que ha puesto en peligro su vida.

Horas después, ya con los ánimos muy caldeados, maestros de ambas organizaciones y normalistas se dijeron agredidos por federales mientras colocaban las vallas metálicas para la realización de un concierto a favor de Ayotzinapa, lo que derivó en un violento enfrentamiento y un atropellamiento que dejó heridos a otros cinco federales y a por lo menos 14 civiles, en un episodio donde lo que más se dejó ver fue la saña de ambos bandos.

Un día antes, en Tlapa de Comonfort, militantes del MPG y de la CETEG irrumpieron en el lugar donde se iban a entregar los premios de periodismo del Club de Periodistas de Guerrero. Exigieron cancelar el evento porque no se les pidió autorización para realizarlo. ¿Acaso hay que solicitarles anuencia cuando ni siquiera es obligación hacerlo al munícipe del PT, Victoriano Wences?

Después recriminaron a los premiados el trabajar para medios que, según ellos, “no dicen la verdad”, ¿su verdad?, en actitud inquisidora facultada quién sabe por quién para aprobar dónde trabajar y dónde no, sin dejar en la conciencia y el profesionalismo de cada quien determinar si se cumple o no con su función de periodista.

Pero lo más ominoso no fue, siquiera, el que los hayan retenido con todo y familias, obligados a pedir perdón y pagar una liberación de tres mil pesos, sino el amenazarlos con ser llevados a cárceles de la localidad donde serían “re educados mediante trabajo comunitario”.

¿Acaso creen que alcanzarán sus ideales con esas conductas propias de las purgas stalinistas de la hoy desaparecida Unión Soviética o del terror maoísta de la totalitaria revolución cultural china?

A nada bueno habrá de llevarnos el rencor social y la intolerancia que crecen en medio de esta crisis. Y esto va para quienes con todo derecho protestan y para el gobierno que no atina a salir de su pasmo.

@RaulRodriguezC

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