Mucho Sobrepeso

OPINIÓN 17/12/2014 05:00 Actualizada 05:00

Hace un año fue aprobada la reforma energética en la Constitución. Y el 11 de agosto pasado, la legislación secundaria fue promulgada por Enrique Peña Nieto. Nos esperaba el porvenir de mil promesas, pero sólo pasaron 57 días y el país entró en una crisis social que ha sacudido todo, por la barbarie ocurrida en Iguala.

Esto ha sido magistralmente resumido por un perredista, Zoé Robledo Aburto, quien al hablar por el Senado en el homenaje a Belisario Domínguez, este lunes 15, con la premiación de Eraclio Zepeda, citó a uno de los personajes de este escritor: Pacífico Muñoz, don Chico, que había dicho al pueblo, “voy a volar”.

“Pero el problema fue que al saber que don Chico iría al cielo comenzaron a hacerle muchos encargos: le pidieron que llevara queso, trago, café a los difuntos. Subió al campanario de la iglesia para emprender el vuelo, pero la carga excesiva lo evitó. Uno de los mirones dijo: ‘Lo mató el sobrepeso’”.

Zoé Robledo afirmó ante Peña Nieto: “México varias veces ha querido levantarse, ha querido volar, pero justamente ha habido mucho sobrepeso: las desigualdades, y un encarguito muy pesado es nuestra clase política que ha acumulado intereses”.

He ahí una de las explicaciones del hartazgo. En su abanico de propuestas tiene una muy apreciable: “Que no se haga política con dinero, ni dinero con la política”.

Pide que halla funcionarios sensibles, humildes, convencidos en su responsabilidad en la rendición de cuentas; sobre todo, destaca que el poder no es licencia de impunidad, ni patente de privilegios. Dice que el Congreso debe renunciar al fuero.

Pues manos a la obra...

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