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OPINIÓN 17/07/2013 05:00 Actualizada 05:00

NI SE ENTERA Después de que habitantes de Coyoacán colocaron mantas en varias avenidas de la demarcación para pedir la renuncia del jefe delegacional, Mauricio Toledo, el funcionario se hizo el sorprendido ante estos mensajes. Según Toledo, él se encuentra dispuesto a atender las peticiones de cualquier vecino, aunque negó que hasta ahora le hayan pedido alguna cita para resolver problemas en la demarcación. Mientras Mauricio Toledo realizaba estas aseveraciones, diputados locales del Partido Acción Nacional acudieron a sus oficinas para entregar una carta en la que también se pide su renuncia. Dicho documento, fue recibido en la Oficialía de Partes de la jefatura delegacional, aunque podría esperarse que Toledo niegue la existencia de la carta, al igual que todos los señalamientos de corrupción e irregularidades que han empañado su gestión.

HUELE MAL Donde se descubrió mucha basura escondida debajo de la alfombra fue en la delegación Magdalena Contreras, pues ocho toneladas de desechos hospitalarios infecciosos fueron sepultados en el campamento de los trabajadores de Limpia de la demarcación. Ante esto, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal solicitó al gobierno capitalino y a la Procuraduría General de Justicia que se sancione a los funcionarios responsables por el depósito de los materiales que fueron sacados de un renombrado hospital privado. Estos hechos ocurrieron hace dos años, cuando Eduardo Sánchez, quien es recordado por ser remitido al Torito tras exceder los límites del alcoholímetro, gobernaba la demarcación en la que se enterraron los residuos biológicos, en un predio situado a tan sólo unos metros de una escuela y una estación de bomberos; esperemos que las autoridades den seguimiento a este caso.

SE METE AL RUEDO Otra funcionaria que se encuentra en el ojo del huracán es la jefa delegacional de Tlalpan, Maricela Contreras, quien decidió acusar a los empresarios de la demarcación, después de que funcionarios públicos de Tlalpan fueron sorprendidos en flagrancia cobrando cuotas para no clausurar negocios. Resulta que Contreras ahora señala que los dueños de centros nocturnos no son las víctimas e incluso desconoce los videos donde empleados de la Dirección Jurídica y de Gobierno aparecen cobrando lo que llamaban las “colegiaturas”. Las denuncias por extorsión también son realizadas por los dueños de puestos ubicados en la vía pública, pero Contreras se empecina en culpar a todos menos a sus colaboradores.

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