Amenaza dolorosa: Las varices

OPINIÓN 17/07/2013 05:00 Actualizada 05:00

El cuidado de las piernas femeninas tiene gran importancia estética, pero ninguna mujer puede perder de vista el lado de la salud. Y una amenaza en los dos campos son las dolorosas várices, que suelen ser un tormento físico y una mortificación psicológica.

La mejor manera de hacer frente a este problema estético-médico es la prevención, y el angiólogo Miguel Ramos Treviño, especialista en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dice: “Es recomendable que las personas mantengan un peso adecuado, usen medias de compresión suave y realicen ejercicio a fin de activar la circulación sanguínea en las piernas.

Esto porque, alerta, realizar actividades de pie o sentado por mucho tiempo, así como usar tacones muy altos provoca la acumulación de sangre en las piernas (estasis venosa), lo cual influye en el desarrollo de las várices.

Batalla diaria

Esta especie de mapas violáceos y abultados se implanta en el tejido subcutáneo o adiposo, debido a la presión sanguínea sobre las paredes de venas y válvulas, explica.

Hay mujeres que dejan de usar faldas para ocultar que las venas de sus piernas se convirtieron en várices y echan a perder la línea estética, pero lo que los pantalones no pueden ocultar es el dolor o incomodidad que provoca este padecimiento.

Hay mujeres y hombres que pasan horas parados o sentados sin moverse, lo que es un factor de riesgo para la aparición de las várices. Ciertos empleos conllevan este peligro: secretarias, dependientes de tiendas, enfermeras, oficinistas y vigilantes.

Útiles consejos

El experto médico del IMSS recomienda hacer algunos ejercicios al estar sentado, por ejemplo, juntar los talones y separar la parte delantera del pie, abrirla y cerrarla consecutivamente en repetidas ocasiones durante la jornada laboral, de ser el caso.

Otro de los ejercicios es apoyar el talón y subir la punta del pie en forma repetitiva, y en caso de pasar mucho tiempo de pie, caminar sobre los talones y de puntillas de manera alternada durante el día.

El especialista del IMSS explica que la presencia de várices en las piernas es consecuencia de la dilatación excesiva de las venas por la incapacidad de retorno de la sangre al corazón, lo que provoca que la piel se oscurezca a nivel de los tobillos y posteriormente cause úlceras varicosas o inflamadas, consideradas la mayor complicación venosa.

Estas dilataciones permanentes de las venas pueden ser muy pequeñas, como hilos parecidos a las patas de araña o, en grado extremo, muy ancho e inflamado que parecen racimos serpenteantes, puntualizó.

La inflamación, calambres o pesadez en las piernas —siempre en horas de la tarde— son signos que suelen acompañar este padecimiento que afecta principalmente a las mujeres (seis de cada 10 derechohabientes), por estímulo hormonal o factor hereditario, pues hay casos de niñas con várices.

La automedicación o aplicación de tratamientos de gente sin conocimientos médicos es un riesgo, por eso lo primero que hay que hacer cuando las telarañas de venas son evidentes, es ir con un especialista médico.

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