El cambio inminente

Martí Batres

OPINIÓN 17/04/2018 12:28 Martí Batres Actualizada 12:28

Las campañas iniciaron con un dato contundente: Andrés Manuel López Obrador es el puntero de la contienda sin lugar a dudas. Todas las encuestas publicadas lo colocan por lo menos diez puntos arriba del segundo lugar. Todo apunta a que el cambio es inminente.

Esta holgada ventaja implica que el candidato presidencial de Morena se convierta en el centro de los ataques. Así se ha visto en los debates entre representantes de los distintos equipos de campaña. En ellos es notorio cómo desde las derechas priista, panista e independiente se comparten argumentos para atacar al líder de la contienda.

El objetivo es confundir a la gente y convertir a AMLO en parte de los problemas que aquejan al país. Si PRI y PAN son responsables del baño de sangre que ha dejado más de 200 mil ejecutados en todo el país durante los últimos dos sexenios, buscan hacerle creer a los electores que López Obrador también es responsable de la creciente violencia en la Ciudad de México, ahora gobernada por los aliados del PAN. Nada más falso.

Con López Obrador en el gobierno, la Ciudad de México recuperó la tranquilidad. El último año que gobernó el PRI la capital del país se registraron 500 homicidios dolosos. Con López Obrador este número bajó a 300, lo que significó una disminución de 40%. Con el Gobierno de Mancera, actual candidato del PAN, la cifra de homicidios volvió a subir a 500.

¿Cómo logró López Obrador abatir los índices delictivos? Reuniéndose todos los días a las seis de la mañana con el gabinete de seguridad pública y procuración de justicia para analizar el comportamiento delictivo y hacer ajustes. Esta reunión se replicaba en cada coordinación territorial, donde los vecinos podían asistir a plantear sus denuncias. 

A partir de este trabajo diario, que continuó Marcelo Ebrard, se logró que, mientras la violencia ascendía en prácticamente todo México, la capital del país se convirtiera en un territorio pacífico. Cuando Miguel Ángel Mancera dejó de lado las reuniones diarias de seguridad, la violencia regresó a la Ciudad.

La estrategia de choque implementada a nivel nacional por las administraciones del PAN y el PRI no ha dado resultado. Si bien panistas y priistas han enarbolado un discurso duro contra la delincuencia, en los hechos sólo han exacerbado la violencia, pero no han logrado frenar a los delincuentes. 

Es en el tema de la seguridad donde se puede observar que PRI y PAN son lo mismo. Defienden las mismas ideas que no han dado resultados en 12 años y atacan con los mismos argumentos a López Obrador, que pretende dar un giro a la estrategia para priorizar la paz y la tranquilidad de las familias mexicanas.

En cambio, López Obrador sumó puntos por el tratamiento que dio como Jefe de Gobierno a la seguridad pública, lo que le valió ser calificado como el segundo mejor alcalde del mundo. Ahora parte de su propuesta en la materia tiene que ver con dar seguimiento diario y a primera hora a los índices delictivos. Así, logró ser uno de los mejores alcaldes del mundo, hoy busca ser el mejor Presidente de México de la época contemporánea.

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