La complejidad en 10 días

OPINIÓN 17/04/2014 05:00 Actualizada 05:00

A partir del próximo lunes, al segundo periodo del segundo año de la LXII Legislatura, le quedarán 10 días. En ese corto, pero productivo lapso de tiempo, tanto la Cámara de Diputados como en el Senado de la República continuará el análisis y la construcción de un dictamen para que el pleno pueda votar, antes de que termine el periodo ordinario de sesiones, la reforma secundaria en materia de telecomunicaciones.

Además de la reforma en materia de telecomunicaciones, se está discutiendo en comisiones la política-electoral y estamos a la espera que presente el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, las leyes secundarias de la reforma energética. Para hacer más complejo el andamiaje legislativo, quizá se ponga en la mesa la reforma al DF, tema pendiente para los capitalinos.

El trabajo legislativo tiene sus propios tiempos. Mucho se critica de las pocas horas que pasamos en el pleno votando los dictámenes que proponen las comisiones, pero nada se dice de las reuniones previas en donde discutimos las diferencias, para buscar un punto de coincidencia. En ocasiones estas discusiones traban todo el proceso legislativo, haciendo imposible la presentación de un dictamen en el pleno del Senado.

Como integrante de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, he estado muy de cerca en la construcción de la reforma secundaria en materia de telecomunicaciones. La iniciativa que presentó el presidente Peña Nieto, estoy convencida, beneficia a los usuarios, ya que la eliminación de la larga distancia, una TV abierta digital, la disminución de la tarifa del roaming nacional y nuevas cadenas de TV harán que el bienestar social vaya de la mano con el crecimiento económico que se estima si esta reforma se pone en marcha.

Esta iniciativa fue construida en cuatro etapas. De acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la primera de ellas fue al interior del gobierno federal; la segunda de ellas fue escuchar propuestas e inquietudes tanto de organismos nacionales como de los internacionales; la tercera sería en mesas con los actores de las telecomunicaciones; y la última sería la presentación de la iniciativa al Senado de la República.

De ese tamaño es la complejidad legislativa. Los próximos 10 días serán cruciales para que el país cuente con las reformas secundarias que detonarán el potencial que tenemos como nación: para dotar de certeza jurídica a las nuevas instituciones —Instituto Nacional Electoral o al Instituto Federal de Telecomunicaciones—; para brindarles mayores derechos a los ciudadanos del DF, y para que la institución garante en la transparencia y acceso a la información pública cuente con los comisionados mejor capacitados.

La complejidad de 10 días trascenderá al paso de los años.

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