Submarino político

OPINIÓN 17/03/2016 04:00 Actualizada 04:00

La contingencia ambiental por contaminantes que asfixian esta semana a la Ciudad de México llevó a una confrontación política entre Mancera y el presidente Enrique Peña. El jefe de gobierno vive el momento de mayor aislamiento de su gobierno; alejado del PRD y sin construir acuerdos con Morena. Ahora quema la alianza con el PRI y pierde el apoyo político del gobierno federal.

Mancera se dejó dominar por la desesperación que le generó durante la contingencia ambiental, decretada por última vez hace 14 años; Mancera acusó a la Comisión Ambiental de la Megalópolis de no hacer otra cosa que dar reportes que se generaban con equipo del GDF.

¿La respuesta? Un manotazo presidencial expresado en dos tuits donde Peña ordenó a la Semarnat atender el problema de la contaminación ambiental en la capital, que decretó el Hoy No Circula parejo a los autos particulares. A manera de pataleta, la policía capitalina no multó a los conductores que no respetaron el ordenamiento, sólo los conminaron a no utilizar el auto.

Muy en el fondo Mancera tenía razón, la zona conurbada del Edomex contribuye en gran medida con la contaminación del aire debido a la relajada política ambiental y de movilidad del gobierno de Eruviel Ávila, que se negó a seguir recibiendo 8 mil toneladas de basura que genera al año la capital, dejando así en evidencia al gobierno de Mancera, que no cuenta con una política efectiva de manejo de desechos sólidos. Si el Edomex está mal, la CDMX está peor, fue el mensaje de fondo.

Nadie quiere asumir el costo político de la nata de contaminación que está a los ojos de los capitalinos, tampoco nadie quiere asumir el fracaso del Nuevo Reglamento de Tránsito y el nombre del nuevo juego en la capital se llama lanzamiento de culpas. Pero se debe establecer una nueva política ambiental de largo plazo, antes de que la contaminación nos ahogue como a los responsables del cielo gris que forma parte del paisaje cotidiano chilango.

Periscopio. En memoria de la senadora Mónica Arriola se guardó un minuto de silencio en el pleno del recinto cameral y se brindó otro de aplausos. Sin embargo, de los 127 senadores en activo sólo uno asistió el martes pasado a los servicios funerarios para presentar sus condolencias a los deudos. ¿La razón? Ninguno quiso ser retratado cerca de Elba Esther Gordillo, madre de la finada legisladora del partido Nueva Alianza.

En el radar. Horacio de la Vega ha utilizado el cargo de director del Indeporte de la Ciudad de México para la promoción de su imagen personal. Una muestra es la diferencia de seguidores entre las cuentas de Twitter del pentatleta (@HoraciodelaVega) y la cuenta de la institución que encabeza (DeporteCdMx); 105 mil contra 17 mil. Con el cargo público como plataforma, el funcionario ha fortalecido su relación con el sector empresarial deportivo y hay poca transparencia en los dineros que deja a la ciudad la organización de eventos para una sociedad necesitada en extremo de reconocimiento, como sucede en las carreras dominicales de 10 kilómetros, mientras las instalaciones deportivas que utilizan los deportistas de a pie están en el abandono, probablemente porque no representan oportunidad de negocio para el Indeporte.

Bitácora de lo absurdo. Por andar de malacopa sin alcohol en Periscope, durante la fiesta de cumpleaños del panista Diego Fernández, Xóchitl Gálvez no espera que la vuelvan a invitar a celebración alguna donde asistan personajes de la talla de Carlos Salinas, Carlos Slim y Felipe Calderón. El hecho es que la delegada en Miguel Hidalgo tuvo poco tacto al usar Periscope con el ánimo de transgredir la privacidad de los asistentes. Y también le puso audio y video a los dichos de Andrés Manuel López Obrador en la plaza pública, quien se ha referido a las élites políticas y económicas del país como ‘la mafia del poder', ‘los de arriba' y ahora ‘la malanteada', calificativos que enardecen a las multitudes en el peligroso discurso polarizador que se le conoce bien al tabasqueño.

@LeoAgusto

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