La fuga y la cacería

OPINIÓN 16/10/2015 04:43 Actualizada 04:43

QUÉ poderosas fuerzas estarán en tensión dentro del mismo gobierno que, mientras una pone en evidencia complicidad a muy alto nivel en la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, otra revela que la cacería del capo llegó hasta el legendario “triángulo dorado” (la sierra en que confluyen los territorios de Chihuahua, Durango y Sinaloa), donde lo tendrían prácticamente cercado.

La complicidad, por acción u omisión, quedó más que evidenciada en el video de lo ocurrido antes, durante y después de la fuga. Un video que ya se había mostrado, un par de días después del escape, pero sin audio. Se dijo entonces que no lo tenía y así lo avalaron el entonces comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, ante la opinión pública; y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y la procuradora general Arely Gómez, ante el Congreso. Pero resulta que el video sí tiene audio y ese fue el que mostró Carlos Loret de Mola en su programa Primero Noticias.

El audio-video (distingámoslo ahora así), deja ver y escuchar graves omisiones en los protocolos de monitoreo y alerta de fugas o, de plano, abierta complicidad: un ruido inusual, constantes martillazos, el reo desapareciendo del monitor a las 20:52:14 horas, los monitoristas percatándose de ello 25 minutos después (21:17 horas), una voz que a lo lejos llama a narcotraficante con el tratamiento de don Joaquín a las 21:22:54 horas, la primera petición de un custodio para que se le abra la celda a las 21:25:56 horas y la entrada de los dos primeros a las 21:29:22 horas. Es decir, entre el momento en que Guzmán Loera entró al túnel y el de la llegada a la celda de los dos primeros custodios, transcurrieron 38 minutos. Esto, aunque de suyo grave, palidece ante el dato de que el Código Rojo del penal de máxima seguridad se activó casi tres horas después de la fuga.

Y si eso es lo que muestra el audio-video, falta ahora por ver las complicidades que implica su manejo y eventual manipulación. No se pierda de vista que autoridades de muy alto nivel habrían mentido al decirle a la gente y al Congreso que no había audio; y que, desde alguna parte y por alguna razón, se filtró el video con audio, lo que ahora deberá investigar la PGR por la difusión ilegal de una prueba ministerial en una investigación criminal en curso.

¿Quién y con qué intención filtró el audio-video? Resulta difícil creer que haya sido el gobierno mismo con un fin noblemente esclarecedor como resultado de la fuerte presión social desatada por este hecho. Entonces, no quedan más que ‘de dos sopas’: “fuego amigo” para sabotear las pretensiones políticas de quienes son los principales responsables de la seguridad y la justicia; o “fuego enemigo” de fuerzas ajenas al gobierno (poderes fácticos, opositores políticos o hasta el mismo narcotráfico), con la intención de descarrilarlo.

La difusión del audio-video coincidió con la confirmación hecha por el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdéz, de que está en desarrollo un operativo de la Marina en la sierra del “triángulo dorado” y que su objetivo es la captura de Guzmán Loera.

¿Cómo se llegó a ese punto? Fuentes consultadas por este reportero confirman la intercepción de llamadas de “El Chapo” y su gente, que permitió ubicarlos en la zona. Esa información fue, por cierto, la que llevó a la captura del piloto que habría transportado al narcotraficante de Querétaro (a donde sus hombres lo llevaron por tierra tras fugarse del penal), a algún punto de Sinaloa, un recorrido de más de mil kilómetros.

Autoridades locales de Sinaloa y Durango informan que los marinos han sitiado trece pueblos y al menos 250 vecinos han sido desplazados de sus casas en medio de este operativo. Aseguran que los pobladores se quejan de que helicópteros y furgones blindados irrumpen en los pueblos, cercándolos durante horas y hostigándolos para que revelen algo sobre el paradero del narcotraficante.

Otras fuentes han referido enfrentamientos con grupos armados y hasta el derribo de un helicóptero, lo que fue rotundamente desmentido por la Marina, al igual que las acusaciones de que están violentando derechos humanos.

Ese desmentido del lunes pasado, vía un comunicado de la Semar, confirma que hay un operativo en marcha y que lo encabeza un grupo de élite de la Armada de México con todo el apoyo y confianza de la inteligencia de Estados Unidos, como el que lo detuvo en Mazatlán el 22 de febrero de 2014.

¿Qué tan cercado está “El Chapo”? Resulta difícil decirlo. Lo que queda claro es que la cacería va con todo y que muestra la urgencia de recapturarlo antes de que la fuga y las filtraciones de la investigación hagan rodar más cabezas.

 

@RaulRodriguezC

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