Nazismo a la mexicana

LEO AGUSTO

OPINIÓN 16/08/2017 11:47 LEO AGUSTO Actualizada 11:47

La editorial Larousse lanzó una campaña publicitaria, denominada #NoEsLoMismo, para combatir el acoso sexual en Metro de la Ciudad de México. Con frases como: “No es no”; “Falda es una prenda de vestir que no debería usarse con miedo”. El ingenio con sentido social tuvo su recompensa y la propuesta de Larousse repercutió, además, en redes sociales y medios de comunicación. De pronto, la gente comenzó a hablar del tema. 

La campaña también llamó la atención del Frente Nacional para la Familia, una organización de extrema derecha que está abiertamente en contra de los derechos civiles como el matrimonio entre personas del mismo sexo y, por ende, en contra de las personas homosexuales, bisexuales y transgénero. Y con ese arrojo, esta sucursal del medievo en el siglo XXI plagió la campaña para promover sus dogmas con un mensaje discriminatorio que no vale la pena repetir en este espacio porque sería ‘hacerles el caldo aún más gordo’. La editorial francesa se deslindó de este burdo intento y denunció el plagio públicamente. 

En nombre de la familia católica tradicional, en el FNF también se oponen a la educación sexual incluyente, especialmente en el nivel básico, en contra del uso del condón y otros métodos anticonceptivos. Las posiciones discriminatorias del Frente Nacional para la Familia quizá serían muy populares en la primera mitad del siglo XIX, antes de que los conservadores perdieran la guerra de Reforma, que trajo como consecuencia la instauración del Estado laico, el gran triunfo del presidente Juárez: la separación de la Iglesia de las funciones del Estado. 

Pero la derecha intolerante suele olvidar su derrota histórica y, de pronto, da coletazos de intolerancia como la presión y el cabildeo en el Congreso de la Unión para mandar a la ‘congeladora’ parlamentaria la iniciativa de reformas que en 2016 presentó el presidente Enrique Peña para reconocer el matrimonio igualitario en el artículo 4º Constitucional, derecho reconocido ya por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en una tesis publicada en 2015 y que es de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional. 

En el imaginario de mundo feliz del Frente Nacional para la Familia no existe el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, especialmente en la interrupción del embarazo, como sucede en la Ciudad de México gracias a la visión progresista de los gobiernos de izquierda en el reconocimiento de los derechos civiles; visión que hoy necesita lentes, porque el PRD se ha olvidado de muchos de los postulados que le dieron motivo y causa.

Estas expresiones de intolerancia del Frente deberían preocupar a la clase gobernante, especialmente al jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera y a las bancadas del PRD y Morena en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, quienes están obligados a pronunciarse ante la incitación al odio. No hay lugar para ningún tipo de intolerancia ni odios en las sociedades incluyentes como la capitalina. 

En Estados Unidos, tristemente vemos las consecuencias de permitir el crecimiento de la supremacía blanca y el nazismo en nombre de la libertad de expresión. También vimos que el odio y el miedo pueden llevar al poder a personajes como Donald Trump, que ayer se comportó como un líder de los Confederados de la Guerra Civil y responsabilizó a “ambas partes” por los disturbios en el estado de Virginia luego de que el Ku Klux Klan y sus aliados sacaran hitlerianas banderas a las calles. 

En el caso mexicano, los neonazistas del Frente Nacional para la Familia podrían encontrar irreductibles como López Obrador, a un aliado para orquestar un retroceso en derechos como el aborto y el matrimonio igualitario al someterlos a consulta. 

Periscopio. Se cumplieron tres meses del asesinato del periodista Jesús Valdez a plena luz del día en el centro de Culiacán, Sinaloa; se cumplieron tres meses de esperar avances en las investigaciones que lleven con los autores intelectuales de este atentado contra la libertad de prensa en México.

Comentarios