César Nava, un pichón manchado de petróleo

OPINIÓN 16/05/2013 00:00 Actualizada 00:00

Existe una enorme diferencia entre el César Nava que posaba sonriente para la foto junto a Juan Camilo Mouriño (qepd) y Germán Martínez en agosto de 2006, cuando el Trife declaró Presidente electo a Felipe Calderón, y el César Nava desencajado, tembloroso y con la boca seca que vimos ayer en la televisión cuando fue entrevistado por Carlos Loret respecto a la demanda que interpuso Pemex por conspiración al impedir que se cobraran unas cartas de crédito en Corea del Sur por 100 millones de dólares en 2002, cuando era director Jurídico de la paraestatal.

Quizá César Nava, joven promesa de El Yunque, pensó que el poder duraría siempre cuando en 2010 compró un departamento de 15 millones de pesos en Polanco; cuando le entregó el anillo de compromiso a Patricia Sirvent en Nueva York; cuando se fue de vacaciones a Acapulco y modeló para las revistas del corazón junto a su enamorada como una figura del jet set; cuando organizó su boda a todo lujo en el exclusivo club Piso 51 de la Torre Mayor del Paseo de la Reforma; cuando se fue de luna de miel a las Islas Fiji y otros lujosos destinos en Asia. Mientras el PAN se hundía, César Nava se daba la gran vida que nunca antes tuvo. Ahora la nave del señor de Patylu hace agua.

Si nos detenemos un poco a analizar el discurso del presidente Peña destaca mucho el compromiso, la palabra, tan ligado al honor de una persona, y en el año 2010 está la clave del tema que hoy está en primer lugar en la agenda política. César Nava, entonces presidente del PAN, negó un "pacto de confidencialidad" con Beatriz Paredes en el que se comprometió a no ir en alianza con el PRD a ningún proceso electoral ese año a cambio del respaldo del PRI en el Senado para aprobar el paquete económico.

Los tricolores se echaron para atrás cuando vieron que incluía un aumento al IVA y otras medidas que lesionaban la economía familiar que les afectaría electoralmente. Aquéllo terminó en un enredo de mentiras y en una guerra de descalificaciones incluso a nivel personal entre Nava y Don Beltrone; Nava y Paredes y, por supuesto, Nava y Peña Nieto.

Finalmente, Ebrard metió la mano y el PAN no fue en alianza con el PRD en el estado de México.

Eruviel Ávila fue la aplanadora que pasó sobre ambos partidos políticos. Pero en los círculos cercanos a Peña y en el propio PAN corrió la misma versión: si Peña llega a la Presidencia al primero que va a meter a la cárcel será a Nava por corrupto y cobarde. Se la tiene jurada, decían.

Tres años después, al igual que Elba Esther Gordillo y René Bejarano, César Nava asistió a una entrevista en Televisa que aplanó el terreno para el linchamiento mediático y dejó en envidencia su naturaleza corrupta al no aclarar cómo fue que se compró un departamento de 15 millones de pesos con un sueldo de 80 mil al mes. La mesa está puesta para que la PGR ejecute una orden de aprehensión y de paso le cobre a Gustavo Madero sus berrinches, al amenazar con levantarse de la mesa del Pacto por México y forzarlo a aprobar las reformas estructurales pendientes.

Periscopio

Andrés Granier reconoció que sí es su voz donde se jacta de que al shopping nadie le gana y que estaba ebrio. A las arcas en bancarrota de Tabasco la cruda de las borracheras de Granier le durarán al menos un sexenio. ¿Nadie por encima de la ley, señor Presidente?

En el radar

The Hunger Project cumple 30 años en México, y este viernes se llevará a cabo el foro Redefiniendo lo que es posible; desencadenando el liderazgo para terminar con el hambre. Si a usted le interesa el tema, podrá seguirlo en línea desde las 8:30 horas por la página de esta organización de la sociedad civil en el sitio web: www.thp.org.mx.

Bitácora de lo absurdo

"El cumplimiento de la ley es el único privilegio que hay, en estricto respeto al Estado de derecho; ése es nuestro compromiso y responsabilidad, tanto en lo institucional como en lo personal". Humberto Benítez Treviño, ex titular de Profeco, cesado ayer por el presidente Peña Nieto. Bye bye, Lady Profeco.

Seguimos el debate en Twitter: @LeoAgusto

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