El alcalde zombi

OPINIÓN 15/07/2013 05:00 Actualizada 05:00

Hace nueve años, el 25 de marzo de 2004, Leninguer Raymundo Carballido Morales habría violado a una mujer, junto con otras personas, en la colonia El Arenal de la capital oaxaqueña. Esta acusación de violación tumultuaria dio lugar a la causa penal 87/2008, sin que los presuntos responsables fueran detenidos.

La jueza quinto de Distrito de la ciudad de Oaxaca notificó: “Se encuentran plenamente comprobados con los medios de convicción que obran en la presente causa (que) el sujeto activo, auxiliado por otros más, le impuso la cópula vía vaginal a lo pasivo (...) por medio de la violencia física, sin que mediare la voluntad de ésta”.

Pero Carballido Morales, conocido entre sus amigos como Lenin, tramitó en 2010 un acta de defunción para burlar la acción penal, y siguió con su vida. El documento consigna que murió a los 38 años en Santa Cruz Xoxocotlán el 25 de septiembre de 2010, a consecuencia de un coma diabético de dos días.

Su defunción se habría inscrito en el acta 113 del libro número 6 de la Oficialía del Registro Civil de Santa Cruz Xoxocotlán por medio de un acta firmada por Abel de la Rosa Santos, entonces oficial del Registro Civil de esa localidad, quien tenía bajo su resguardo el formato único de insripción de defunciones con el folio 762930 que especificaba que Lenin Carballido había sido sepultado en el panteón municipal.

Pero en este año, el PRD hizo a Lenin Carballido, en coalición con el PAN y el PT, candidato a la alcaldía de San Agustín Amatengo y ganó con 515 votos, contra los 504 del aspirante del PRI. Se supo entonces que no estaba muerto... buscaba ser alcalde.

Ese día, el candidato triunfante no se presentó a conocer el cómputo final y los consejeros electorales decretaron un receso. Lenin no aparece desde entonces, aunque los vecinos de Amatengo aseguran que está en el pueblo.

Haydé Reyes, directora del Registro Civil de Oaxaca, confirma a este reportero que el acta 113 en la que se consigna en Xoxocotlán la muerte de Carballido, pertenece en realidad a una persona que se llama Isaura Hernández Hernández. Esto corrobora la falsificación de un acta.

El caso es que desde el 25 de septiembre de 2010 Lenin es un muerto-vivo, un zombi pues, para usar el concepto hoy tan de moda en películas, libros y TV.

El escándalo ya es noticia en varios de los más importantes medios de comunicación del mundo, que llaman a Lenin el alcalde zombi.

En congruencia con el tamaño del fraude, Rey Morales, líder del PRD en Oaxaca, informó que ese partido analizaba impedir que Carballido asuma el cargo. Y el líder nacional perredista, Jesús Zambrano, le exigió que no lo haga, que ni se le ocurriera tomar posesión.

Al momento de escribir esta colaboración el Instituto Electoral de Oaxaca, presidido por Alberto Alonso Criollo y dirigido por Isidoro Yescas Martínez, había desconocido el triunfo de Carballido por tener antecedentes penales y por hacerse el muerto, datos que ese órgano debió corroborar antes de avalar su registro, lo que habla del descuido, la incapacidad y/o el cochupo de quienes están al frente de ese órgano electoral. Y ahora sí: después del alcalde muerto-vivo, le niegan la constancia de mayoría.

El caso queda en el registro de los horrores de la política nacional bajo la lógica de que si en México es posible que miles de muertos voten para definir elecciones, nada más faltaba que no se pudiera que una de ellas las ganara un muerto-vivo. ¡Qué vergüenza!

Instantánea

SUCESIÓN. Ni chance le han dado a Gabino Cué de disfrutar los resultados electorales en Oaxaca que, salvo el cobro de factura que le pasó el PRI en la capital, le resultaron en general bastante favorables. Y le digo que ni chance porque la elección en ese estado fue como el banderazo de salida para la sucesión. Todo indica que el candidato de Cué es, por amistad, cercanía y complicidad, Gerardo Gutiérrez Candiani, recién reelecto presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Pero el que ya salió a la búsqueda de la candidatura por la coalición PRD-PAN es el senador perredista Benjamín Robles Montoya, ex coordinador de la campaña de Cué y ex jefe de la oficina del gobernador. Él no lo dice,pero cada semana va a Oaxaca a hacer proselitismo y ve como posibles contrincantes del PRI, muy pequeños, según dice, a los hoy diputados federales Martín Vázquez y Héctor Pablo Ramírez Puga.

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